Lentamente pero sin pausa, el país está incurso en una recomposición de deuda externa por deuda interna. Desde el año pasado y hasta lo corrido de 2013, el Gobierno Nacional y la mayor empresa del país, Ecopetrol, decidieron endeudarse en el mercado interno con el fin de reducir las presiones hacia la apreciación.
De acuerdo con un informe de Fedesarrollo, “al analizar la composición del endeudamiento del Gobierno Nacional, se observa una disminución en la participación de los desembolsos de moneda extranjera sobre el total de las obligaciones adquiridas, al pasar de 20,2% en 2011 a 14,9% en 2012. Para 2013 el Gobierno proyecta una disminución de dicha participación hasta un 14,2%”.
Indica la entidad que “algo similar ocurre con Ecopetrol, donde la composición de la deuda ha cambiado de manera importante en los últimos dos años. En 2011, más de un 45% de la deuda de la estatal petrolera estaba denominada en dólares, mientras en 2012 este porcentaje pasó a estar ligeramente por encima del 20%. Para 2013 se espera que esta tasa siga disminuyendo, ya que Ecopetrol adquirió una deuda a doce años por 1,84 billones de pesos a través de un préstamo sindicado y recientemente se le aprobó un cupo de emisión de bonos por 3 billones de pesos adicionales”.
Señalan los analistas de Fedesarrollo que “el efecto de la sustitución de deuda externa por deuda interna sobre el tipo de cambio, sin embargo, se ha visto diluido parcialmente por el arbitraje en los mercados financieros, que reaccionan ante la menor disponibilidad de bonos colombianos en el mercado internacional y las mayores alternativas de inversión en el mercado doméstico, ingresando más dólares al país”.
Indican que adicionalmente, la reducción en la tarifa impositiva aplicable a inversionistas extranjeros sobre los intereses que pagan los bonos en el mercado de capitales colombiano, que en la reforma tributaria aprobada en diciembre de 2012 se redujo de 33% a 14%, facilitó el mencionado arbitraje entre los mercados financieros externo e interno y redujo sustancialmente el impacto de los cambios en la composición de la deuda pública.
Explican los expertos que “esto se ve reflejado de manera clara en el hecho de que la inversión extranjera de portafolio ascendió entre enero y julio de 2013 a 3.261 millones de dólares, siendo superior en más de 50% a la del mismo período de 2012”.
En condiciones de arbitraje financiero como las que se reflejan en las cifras anteriores, la recomposición del endeudamiento entre fuentes externas e internas tiene poco impacto sobre la tasa de cambio. Ciertamente, al endeudarse en pesos en lugar de dólares, el Gobierno y Ecopetrol ven menor necesidad de vender divisas en el mercado cambiario.
Sin embargo, buena parte de las divisas que dejan de vender las entidades oficiales son vendidas por los inversionistas extranjeros que las traen para adquirir los bonos en pesos emitidos por ellas.
Sostiene Fedesarrollo que “en estas condiciones, cabe la pregunta sobre la conveniencia de avanzar en esos procesos de sustitución de deuda. En el caso del Gobierno, existe una justificación importante relacionada con el propósito de reducir la vulnerabilidad de las finanzas públicas frente a la tasa de cambio. El país ha tenido un gran avance en esta dirección durante los últimos 20 años y resulta altamente conveniente seguir moviéndose hacia la pesificación de los pasivos”.