Durante siete días un camión a gas natural vehicular, con tecnología Euro V, fue operado en la capital del país, a través de Aguas de Bogotá, con el objetivo de ponerlo a prueba en diferentes tipos de retos propios de la recolección de residuos en las rutas más complejas de la ciudad, como San Cristóbal, Usme, Rafael Uribe, entre otras. Esas mismas pruebas se realizaron con un vehículo tradicional durante el mismo periodo de tiempo y en las rutas definidas.
Los resultados fueron presentados hoy durante un evento que contó con la participación de los secretarios de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo, y de Ambiente Francisco Cruz, así como funcionarios del Ministerio de Minas y Energía y representantes de las empresas que participaron en el proyecto entre las que están TGI, del Grupo Energía Bogotá, Ecopetrol y Gas Natural Fenosa.
Estas compañías vienen uniendo esfuerzos con el propósito de incentivar el uso de dicho combustible en el transporte masivo y en vehículos recolectores de residuos, para mejorar el aire que respiran los bogotanos.
El informe certificado por el ICONTEC y avalado por un consultor experto en medición de emisiones en ruta, ratificó que ésta es una opción conveniente para combatir los problemas de contaminación de la ciudad, mejorar la salud de los ciudadanos y buscar una operación eficiente en la recolección de residuos sólidos.
Las pruebas, realizadas en condiciones reales, demostraron la reducción de material particulado en un 95% y 91% de óxidos de nitrógeno frente a un vehículo tradicional y la disminución de CO2 de 25%; cifras alineadas con las metas en calidad de mejoramiento del aire en la ciudad, que apoyan las estrategias del Plan de Desarrollo Distrital, al igual que las contempladas en el Plan Decenal de Descontaminación del aire para Bogotá.
De acuerdo con los expertos, optar por la opción del gas natural vehicular en los 200 vehículos compactadores, más los automotores livianos que operan la recolección de residuos sólidos en Bogotá, significarían un ahorro de casi 13 mil toneladas de CO2, que serían descargadas al ambiente durante los próximos ocho años con el sistema actual.
La operación silenciosa del camión a gas natural fue otra de las variables significativas, sobre todo para los horarios de recolección nocturna. Inclusive hubo reporte de usuarios que olvidaron sacar sus residuos porque no escucharon el ruido característico de los actuales recolectores. De acuerdo con las pruebas, el ruido producido durante los arranques del vehículo a gas natural vehicular es 10 veces menor que la de un camión con el que actualmente se presta el servicio.
Este plan piloto
El presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, manifestó que la masificación del gas natural vehicular en flotas dedicadas o mediante conversiones individuales dinamiza el mercado, aporta iniciativas eficientes para la prestación del servicio público y contribuye a mejorar la calidad del aire que respiran los colombianos. “En el Grupo Ecopetrol estamos haciendo una apuesta importante para llevar el gas a más personas; por eso las empresas productoras, trasportadoras y distribuidoras tenemos el reto de trabajar de la mano con las autoridades regionales y locales para que esa masificación sea una realidad”, expresó.
Otro hecho que vale la pena destacar es que el uso de GNV conlleva también un beneficio económico para los operadores. Los costos de operación basados en los precios de los combustibles registrados durante el monitoreo indicaron que la operación a diésel es de $11.443 / tonelada, mientras que la operación a GNV tiene un costo de $9.937 / tonelada. Según los expertos, si toda la flota compactadora en la capital del país funcionara con este combustible se obtendría un ahorro de alrededor $2.700 millones anuales.
Para Javier Fernández González, presidente de Gas Natural Fenosa Colombia, “el sector de gas natural tiene la experiencia, el servicio y la infraestructura para llevar a que este combustible sea el camino que Colombia siga para potenciar su desarrollo y asegurar el bienestar de la sociedad.
Actualmente, el país cuenta con reservas de gas, con plena garantía de suministro y distribución. Por lo anterior, el gas natural se puede ofrecer con una tarifa conocida y estable durante el tiempo. El problema sigue siendo la escasez en la demanda, lo que implica una red de distribución concluida e instalada, pero subutilizada”.
Por su parte, Jaime Orjuela, presidente encargado de TGI, empresa del GEB, puntualizó que “desde TGI seguiremos apostándole a los combustibles limpios, no sólo en Bogotá sino en diferentes partes del país, con el fin de incentivar el uso de gas natural vehicular, en especial, en el transporte masivo, carga y recolección de residuos sólidos, siempre con el ánimo de contribuir a la protección del medio ambiente, la calidad de vida de los ciudadanos y la optimización de costos operativos de estas flotas”.
“Los grandes retos ambientales por calentamiento global y calidad del aire convierten a los vehículos dedicados a gas natural, en un aporte fundamental para el cumplimiento de las metas del COP21 y los compromisos en mejora de la calidad del aire, lo cual reducirá la tasa de enfermedades respiratorias en los ciudadanos” dijo Astrid Álvarez, presidente del Grupo Energía Bogotá.
En pruebas realizadas como el arranque en pendiente, el ascenso al relleno Doña Juana y la habilidad en rutas inter barrios, el GNV también se ratificó como una opción conveniente de transporte por su eficiencia y desempeño.
Finalmente, para el presidente del gremio que agrupa a las empresas dedicadas a la distribución y comercialización del gas natural en el país, Naturgas, Orlando Cabrales, “con estos resultados, la actual administración tiene en sus manos una oportunidad de oro para generar una política pública dirigida a definir la utilización de vehículos originales de fábrica con motores a GNV para el sistema de recolección de residuos sólidos de Bogotá.
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