Rechazan ataques a mural de la memoria | El Nuevo Siglo
Lunes, 14 de Abril de 2014

La Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte rechaza los ataques realizados por el grupo Tercera Fuerza al mural elaborado en memoria de las víctimas de la Unión Patriótica (U.P), la violencia anti sindical y el desplazamiento forzado en Colombia, ubicado en la calle 26. Ataques como estos configuran no sólo un acto de intolerancia y violencia en un país que busca afanosamente el camino hacia la paz.

Los signos y proclamas contra el mural, legítimamente establecido, son un abierto hostigamiento a las ideas políticas divergentes y plurales. Movimientos que toman raíz en el sectarismo y corrientes que están en el origen de conflictos que causaron genocidios, suelen tener como blanco a las manifestaciones culturales y artísticas. Eso no puede ser admisible en nuestra sociedad.

 

El mural fue realizado en 2012 por el Colectivo Animal, gracias al concurso Arte y Memoria del Instituto Distrital de las Artes y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación del Distrito, con el propósito de reconocer y hacer visibles los procesos creativos vinculados a la construcción de memoria y que abordaran problemáticas relacionadas con los derechos de las víctimas del conflicto armado en Colombia. Este concurso buscó estimular y cualificar el trabajo colaborativo entre el sector artístico, colectivos y comunidades de víctimas, en un esfuerzo por evitar la repetición de hechos victimizantes, mediante la preservación de la memoria histórica a través del arte.

 

De acuerdo con Clarisa Ruiz, Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, “atacar las manifestaciones artísticas es propio de pensamientos represivos que eluden el debate de ideas y buscan la confrontación violenta. El grafiti es un movimiento pacifista. En seguimiento a la contradictoria actuación del general Palomino con los grafittis de la avenida 26, surge este acto de hostigamiento que hace de los muros de la ciudad un lugar de confrontación, por lo que no puede ser admitido. Este es un problema social y no una manifestación artística. Las políticas culturales en Bogotá están comprometidas con los diálogos y la construcción de paz. Proyectos como el que originó el mural para la memoria de las víctimas de la U.P demuestran el enfoque de la actual administración que busca la construcción de un pensamiento y una memoria plural y diversa. La ciudad es un lugar donde se expresan las nuevas ciudadanías y no cejaremos en nuestro rol de fomentar esta libertad de expresión a pesar de ataques intimidadores".

 

Entre abril y junio del 2014 el Instituto Distrital de las Artes instalará en diferentes puntos de la ciudad, 10 gigantografías así como la elaboración de 14 murales de gran formato en el marco del proyecto Memorias del Futuro, que se realiza con el apoyo de la Alta Consejería para las Víctimas y el Teatro Experimental de Fontibón. Este proyecto busca reconstruir el relato de la violencia con perspectiva de futuro, resignificar el empeño de una sociedad que opta por el camino de la paz, tejer la memoria con las voces que el país y la ciudad aún no han escuchado y encontrar en los rostros de los millones de víctimas las huellas, no sólo del dolor, sino del inmenso valor que estas personas aportan a la reconstrucción de la esperanza en Colombia.

Esta mirada se plasmará en el espacio público de una ciudad que habla a través de sus muros y que reconoce el papel de los creadores para reparar por medio del arte, el espíritu de una sociedad que desea salir de la guerra.