Sigue búsqueda del coronel Gadafi y su entorno. Otan bombardea Sirte, el bastión del líder
EL CONTROL del puesto de Ras Jdir, fronterizo con Túnez fue tomado por los rebeldes libios, quienes izaron su bandera y reafirmaron su compromiso de implantar una nueva era en el país, con libertades democráticas y cambio social.
"Más de un centenar de rebeldes libios llegaron el viernes a Ras Jdir. No ha habido un verdadero combate, los lealistas han huido y la bandera de la insurrección fue izada en el puesto fronterizo", declaró esta fuente.
Poco después, Adel Debachi, representante del Consejo Nacional de Transición (CNT, órgano político de la rebelión), confirmó esta noticia a la televisión nacional de Túnez.
Desde hace varios días, el ejército tunecino estaba en alerta máxima a medida que los combates en el oeste libio se acercaban a la frontera y representantes del ejército habían mantenido contactos con los lealistas libios para permitir una transición pacífica.
Ras Jdir había sido escenario en los últimos días de combates encarnizados por se un punto estratégico, ya que los rebeldes querían tomar le control de la frontera para cerrar una de las puertas de huida del líder derrocado Muamar Gadafi, que sigue en paradero desconocido.
Ayer los rebeldes denunciaron que las fuerzas leales a Gadafi mataron a más de 150 prisioneros en Trípoli antes de huir frente al avance de los insurgentes.
"Hubo episodios de venganza en las últimas horas antes de la caída del régimen. En Bab Al Aziziya (cuartel general de Gadafi tomado el martes) hubo una masacre. Mataron a más de 150 prisioneros. Los guardias lo hicieron antes de huir", declaró Abdel Nagib Mlegta, responsable de operaciones militares de la rebelión en la capital.
La rebelión confirma así la denuncia realizada poco antes por la organización pro Derechos Humanos, Amnistía Internacional, quien dijo disponer de testimonios de testigos presenciales de esas ejecuciones, aunque no precisó el número de presos muertos.
Tras sus avances militares, los rebeldes buscan ayuda financiera para reconstruir el país.
Mahmud Jibril, el jefe del comité ejecutivo del Consejo Nacional de Transición (CNT), el órgano político de la rebelión, indicó el viernes en Estambul que "la nueva administración que se pondrá en marcha tras la caída del régimen tendrá importantes expectativas (...) y para su éxito el desbloqueo de los fondos congelados es esencial".
Estas declaraciones tienen lugar al día siguiente de la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de desbloquear 1.500 millones de dólares de activos libios para financiar una ayuda de urgencia a la reconstrucción del país.
Como coronación política a más de seis meses de combates, los rebeldes anunciaron la instalación de su gobierno en Trípoli, pese a que siguen los combates contra los focos de resistencia de los gadafistas.
Jibril viajó posteriormente a El Cairo, donde se reunirá el sábado con las principales autoridades egipcias y participará en una reunión extraordinaria de la Liga Árabe dedicada a Libia y Siria.
Contrariamente a decenas de países que han reconocido oficialmente al CNT, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, declaró que esta instancia no representa aún el poder "legítimo" en Libia puesto que continúan los combates./AFP