Se intensifica búsqueda del coronel y bombardeos contra resistencia en Tripoli
MIENTRAS se acercaban a Sirte, un bastión de Muamar Gadafi, los rebeldes libios afirmaron ayer que unas 50.000 personas detenidas en los últimos meses por el régimen permanecían desaparecidas en Trípoli, donde además escaseaba el agua potable.
“Se estima que entre 57.000 y 60.000 personas fueron arrestadas en los últimos meses”, dijo el portavoz militar de los rebeldes, Ahmed Omar Bani, en rueda de prensa en Bengasi (este). “Entre diez y once mil fueron liberados (...) ¿Dónde están los demás?”, agregó.
“Muchos habitantes de Trípoli están descubriendo fosas comunes”, declaró.
Ocho días después del inicio de la ofensiva militar rebelde contra la capital, hubo nuevos incidentes en la noche del sábado en Trípoli, donde se oyeron explosiones aisladas y ráfagas de disparos de armas automáticas, sin que se supiera si se trataba de festejos o de tiroteos. Posteriormente, la ciudad amaneció en calma el domingo.
Alrededor del 70% de los habitantes del centro de Trípoli están sin agua potable o tienen muy poca, pero se les reparte en las mezquitas, por lo cual no sufren de sed, indicó un dirigente rebelde. En cambio, en los suburbios prácticamente no escasea el agua, ya que cada casa tiene pozo y bomba, afirmó.
En Trípoli, la vida volvía poco a poco a la normalidad y algunos comercios abrieron sus puertas, pero la falta de alimentos y productos básicos provocó un aumento de precios. Así, la gasolina cuesta 20 veces más que antes de la insurrección y la leche vale el doble.
Además, “los partidarios de Gadafi tienen muchas armas en su poder”, afirmó el sábado un portavoz de los rebeldes, Mahmud Shamam, quien reconoció que los gadafistas seguían resistiendo en algunos lugares de la capital.
Desde Bengasi, el jefe del CNT, Mustafá Abdeljalil, pidió el sábado que se brinde ayuda humanitaria urgente para la capital, donde se necesitan “medicamentos, productos de primeros auxilios y material de cirugía”, así como alimentos de primera necesidad.
En el este del país, los rebeldes se acercaban por ambos lados a Sirte el domingo, afirmando estar a sólo 30 km al oeste y a cien kilómetros al este de dicho bastión de los partidarios de Gadafi.
“Estamos negociando con las tribus de la zona para que Sirte se rinda pacíficamente”, declaró Mohamed al Fortiya, comandante de las fuerzas rebeldes de la región.
No obstante, “no habrá negociaciones interminables” en Sirte, advirtió en Trípoli el portavoz del CNT, quien pidió “llegar a un acuerdo” lo antes posible, ya que, de lo contrario, habrá una intervención militar.
En el oriente del país, los rebeldes anunciaron este domingo la caída de Ben Yauad, a 140 km al este de Sirte, un escollo que no habían logrado superar en las muchas fluctuaciones del frente desde el comienzo del conflicto en febrero./AFP