Firme admiración al papa Francisco por promover “un verdadero sentido de hermandad y respeto por quienes son menos afortunados” se declaró el presidente estadounidense Barack Obama.
"Realmente me ha impresionado la forma en que ha comunicado lo que creo que es la esencia de la fe cristiana", dijo Obama a CNN sobre el sumo pontífice, a quien se le atribuye haber cambiado la imagen de la Iglesia Católica Romana desde su asunción el año pasado.
El presidente de Estados Unidos, que visitará el Vaticano en marzo, dijo que no cree que Francisco esté actuando en pos de una aprobación generalizada.
Más bien, "creo que ha reflexionando mucho sobre su fe y lo que tiene que hacer para asegurarse de que la gente -no sólo los que profesan la fe católica, sino todo el mundo- vive según el mensaje que él piensa acorde con las enseñanzas de Jesucristo", dijo Obama.
"Estoy deseando que llegue esa reunión", añadió sobre la cita con el papa prevista el 27 de marzo.
Obama ha hecho de la creciente desigualdad y los problemas de la clase media de Estados Unidos el tema de su segundo mandato a nivel interno.
En un discurso pronunciado en diciembre, Obama elogió un argumento expuesto por el papa Francisco, el primer pontífice no europeo en casi 1.300 años, sobre el aumento de la desigualdad en sociedades divididas entre los muy pobres y los super ricos.
De otra parte, Obama se mostró "alentado" por las medidas presentadas por sus adversarios republicanos en materia de inmigración
El jueves, miembros de la Cámara de Representantes (de mayoría republicana) hicieron pública una declaración de principios sobre una reforma de las leyes migratorias, proyecto impulsado por el presidente Obama y adoptado por el Senado (dominado por los demócratas) en junio del 2013.
El texto republicano prevé una regularización con condiciones para los millones de clandestinos que viven en Estados Unidos, sin embargo, rechaza las medidas para facilitar el acceso a la ciudadanía previstas en el proyecto del Senado.
La declaración del partido conservador prevé que los ilegales "puedan vivir legalmente y sin miedo en Estados Unidos solamente si aceptan admitir su culpabilidad, se someten a verificaciones estrictas de sus antecedentes, pagan multas cuantiosas y sus impuestos atrasados, siguen clases de inglés y de educación cívica estadounidense y son capaces de mantener a sus familias" sin ayudas públicas./AFP