El Real Madrid y el Manchester United no pudieron pasar del empate 1-1, este miércoles en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones de fútbol en el estadio Santiago Bernabéu de la capital española, dejando abierta la eliminatoria para la vuelta en Old Trafford.

Los "Red Devils" mostraron su pegada para adelantarse en el marcador con un gol de Danny Welbeck de cabeza (20), ante un Madrid más dominador que equilibró por medio de otro cabezazo de Cristiano Ronaldo (30).

"Está absolutamente al 50%. Será muy abierto, respetando a un adversario muy fuerte, pero mi confianza no ha bajado. Podemos hacerlo", dijo el entrenador luso del Real, Joé Mourinho, tras el encuentro. "Las expectativas son altas para el segundo partido (...) A mí me gusta jugar el primer partido en casa. Cuando juegas el segundo partido fuera sabes lo que te espera, lo que necesitas, como tienes que plantear" el encuentro, añadió.

Real Madrid comenzó teniendo el control del encuentro con cuatro llegadas en apenas diez minutos, la más peligrosa fue un disparo del portugués Fabio Coentrao al palo izquierdo de la portería defendida por un español, David De Gea (5), que fue uno de los grandes héroes de su equipo.

De Gea, el exportero del Atlético de Madrid, fue un muro ante el que se estrellaron los continuos ataques blancos.

Sin embargo, los visitantes tiraron de pegada para adelantarse en el marcador, cuando Welbeck se elevó en el área para rematar de cabeza a gol un saque de esquina lanzao por Wayne Rooney (20).

A pesar del gol en contra, el Madrid no perdió la cara al partido y siguió manteniendo el control del encuentro, con una posesión del 56%, frente a unos "Red Devils" que dejaban jugar, pero sin cerrarse atrás.

El asedio que pusieron los blancos a la portería de De Gea acabó dando su fruto cuando el argentino Angel Di María centró desde la izquierda un balón al área inglesa, donde se elevó Cristiano Ronaldo, completamente solo, para anotar el 1-1 (30).

Ya más tranquilos, los blancos siguieron controlando con un Xabi Alonso distribuyendo el juego, sin embargo, antes del descanso los visitantes volvieron a poner el susto en el cuerpo a los aficionados en el Santiago Bernabéu, cuando Welbeck no llegó por poco a un balón que se paseó por delante de la línea de gol (33).

Tras el descanso, el Manchester pareció dar un paso adelante y trató de tener más la pelota. Sir Alex Ferguson movió el banquillo dando entrada a Ryan Giggs por el japonés Shinji Kanagawa, buscando un mayor control en el centro del campo (64).

"Hubo gran cantidad de ocasiones para ambos equipos, algunas fueron muy buenas. El partido y sus incidencias fueron muy interesantes, Nos quedamos un poco en el segundo tiempo (...) Todo sigue muy abierto para la vuelta en Old Trafford", señaló Ferguson, convencido de su pequeña ventaja ante los blancos.

El Madrid, por su parte, con un Cristiano Ronaldo y un Angel Di María muy peligrosos en sus escapadas a velocidad, prefirió intentar dar aún más mordiente a su ataque cambiando a un gris Karim Benzema por el argentino Gonzalo Higuaín (59), que tampoco mostró sus cualidades.

El partido entró entonces una fase loca con reparto de ocasiones para ambos.

Rooney robó un balón, se lo pasó a Robin Van Persie, que soltó un disparo cruzado que rechazó con dificultades Diego López con ayuda de su palo (71).

Apenas un minuto después, un balón bombeado cayó en el área blanca donde Van Persie no logró controlar bien con el pecho y su tiro a la media vuelta y casi sin fuerza, lo sacó bajo palos Xabi Alonso (72).

La respuesta blanca la dio Sami Khedira con un tiro desde la frontal del área que detuvo De Gea echándose al suelo (79).

En los últimos minutos, José Mourinho dio entrada a su compatriota Pepe por Alonso, buscando ya asegurar el resultado y tener otro hombre peligroso en las jugadas a balón parado (85).

De esta manera, los últimos minutos fueron un toma y daca continuo entre los dos equipos, pero el marcador ya no se movería con lo que la eliminatoria se decidirá en la vuelta en Old Trafford.

AFP.