El Real Madrid está a un paso de lograr la Supercopa de España, el miércoles en el partido de vuelta de la eliminatoria (21h00 GMT), tras ganar por 3 a 1 como visitante en la ida a un FC Barcelona todavía sacudido por la marcha de Neymar.
La amplia victoria de los blancos en el Camp Nou el domingo convierte prácticamente en un trámite, salvo gran sorpresa, este partido, en el que no estará el suspendido Cristiano Ronaldo.
Ningún equipo en la historia de esta competición ha logrado nunca remontar dos goles y parece difícil que el Barcelona pueda hacerlo ante un sólido Real Madrid, que juega en casa ante su público.
"Se nos ha puesto difícil, casi imposible", reconocía el centrocampista del Barcelona Sergio Busquets, tras el partido de ida.
En cambio, el técnico Zinedine Zidane no se fía: "En el fútbol, nunca está sentenciado cuando hay una ida y vuelta, y vamos a tener que jugar bien, muy bien, porque el Barcelona es un buen equipo y te puede meter en dificultades en cualquier momento", dijo este martes en rueda de prensa.
Sin embargo, el equipo blanco lleva 67 partidos oficiales consecutivos marcando y parece poco probable que un Barcelona sacudido por la marcha de Neymar e inmerso en la urgencia de fichar, pueda dar la sorpresa en el Santiago Bernabéu.
Cristiano sancionado
Tras ganar la Supercopa de Europa, el Real Madrid parece encaminarse hacia su segundo título de la temporada, con lo que Zidane lograría el séptimo de nueve posibles desde que se hizo cargo del equipo en enero de 2016.
El único lastre para el equipo merengue será la ausencia de su estrella portuguesa Cristiano Ronaldo, expulsado el domingo por doble amarilla y sancionado con cinco partidos por esta exclusión y un empujón que dio al árbitro tras la misma.
"Estoy molesto, él molesto y todo el mundo, porque al final con poca cosa, es mucho para él", afirmó Zidane, considerando que "cinco partidos con lo que pasó, es mucho".
El descontento por esta sanción ha llevado a los aficionados blancos, que la consideran una injusticia, especialmente tras un dudoso penal pitado sobre Luis Suárez, que supuso el gol azulgrana en la ida, a convocar una "pañolada" de protesta el miércoles.
En el lado barcelonista, aunque la misión es complicada, su gran figura Leo Messi ha llamado al rearme y la remontada.
'Hay que levantarse'
"Día jodido pero hay que levantarse y seguir. Esto recién empieza", escribió el argentino en su cuenta de Instagram tras el partido de ida en el Camp Nou.
El argentino no tuvo su mejor día en la ida, prácticamente anulado por el férreo marcaje al que le sometió el croata del Real Madrid, Mateo Kovacic.
La derrota de la ida, unida a la marcha de Neymar por un récord de 222 millones de euros ha sacudido a un Barcelona, cuyos socios empiezan a hacer patente su descontento, especialmente hacia su presidente, Josep Maria Bartomeu, mientras los jugadores también empiezan a pedir soluciones ante la falta de banquillo.
"Por este resultado no creo que sea, pero hay que renovarse. Hay que fichar sí o sí", afirmaba el domingo tras el encuentro Busquets.
Presionado, el Barcelona anunció el lunes el fichaje del brasileño paulinho, comprado al Guangzhou chino por 40 millones de euros, aunque no parece el mejor para ilusionar a la parroquia azulgrana.
La prensa también sigue especulando con la próxima llegada del brasileño del Liverpool Philippe Coutinho y del francés del Borussia Dortmund, Ousmane Dembelé,
Pero, mientras, el Barcelona tendrá que visitar el miércoles Madrid con la idea de al menos dar una buena imagen y si es posible, la sorpresa.
Síganos en nuestras redes sociales:
@Elnuevosiglo en Twitter
@diarionuevosiglo en Facebook
Periódico El Nuevo Siglo en Linkedin