Se reactivó la investigación por el asesinato del exdirector del diario El Espectador, Guillermo Cano, ocurrida en diciembre de 1986, con el llamado a indagatoria a dos generales de la República y alias ‘Popeye’, jefe de sicarios del extinto capo del narcotráfico Pablo Escobar.

A la Fiscalía General de la Nación debían llegar en calidad de testigos, el general de la Policía, Óscar Naranjo y el general (r) del Ejército, Rafael Zamudio.

Sin embargo, Naranjo, quien hace parte del equipo negociador del Gobierno en La Habana, Cuba, no se presentó ante el ente acusador.

Según la Fiscalía, él aportaría información valiosa a la investigación de cuando hizo parte del Bloque de Búsqueda del jefe del cartel de Medellín, abatido en 1993.