La Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, Superservicios, anunció que pondrá lupa a los recursos de los subsidios de energía, $1,1 billones que entregó el Gobierno nacional a las Zonas No Interconectadas, ZNI, del país, que benefician a 213.987 usuarios y a más de 1,9 millones de personas que residen en estas zonas.
Según el Estudio “Zonas No Interconectadas, ZNI: Diagnóstico de la prestación del servicio de energía eléctrica 2017”, elaborado por la Dirección Técnica de Gestión de Energía de la Delegada para Energía y Gas Combustible de la Superservicios, las ZNI cubren una extensión correspondiente al 52% del territorio del país, incluidos un departamento, el Archipiélago de San Andrés y Providencia, cuatro capitales departamentales, Amazonas, Vichada, Guainía y Vaupés, 97 municipios, 37 cabeceras municipales y 1.728 localidades.
De acuerdo con el estudio, uno de los problemas detectados es la falta de información consistente sobre la operación del sector. “Los prestadores ubicados en las ZNI están en la obligación de reportar información comercial, técnica, financiera y de atención a los usuarios a la Superservicios, la cual es utilizada, entre otros, por esta entidad para cumplir sus funciones de inspección, vigilancia y control y por el Ministerio de Minas y Energía para la asignación de subsidios”, asegura el Estudio.
Para la Superservicios, llama la atención que sólo el 10,9% de los prestadores realizó el reporte oportuno de la información financiera al Sistema Único de Información, SUI, de los años 2014 y 2015. “La entidad detectó inconsistencias en la información que se reporta para la asignación de subsidios por parte del Ministerio de Minas y Energía. Lo relacionado con los subsidios es de vital importancia porque las ZNI son zonas de baja densidad poblacional, bajo nivel de consumo de energía promedio, baja capacidad de pago por los usuarios, bajo nivel de recaudo de la cartera de las empresas y altos costos de prestación del servicio de energía eléctrica. Por esta razón, el Estado está en la obligación de generar incentivos como los subsidios para la generación de energía en estas regiones y contrarrestar las características mencionadas”, advierte el informe.
Tras el rastro
La preocupación del ente de inspección, vigilancia y control es porque el Gobierno nacional giró entre el 2012 y 2016, más de $1,1 billones a las ZNI, recursos que no se traducen en una ampliación de la cobertura o una mejor calidad en la prestación del servicio. “El diagnóstico de la Superservicios señala que son varias las empresas cuyo servicio prestado, en términos de horas, se ubica por debajo del estándar de calidad esperado a partir de la regulación vigente. Esto impone, en cabeza de la Superintendencia, el deber de supervisar de cerca lo que sucede en las ZNI en esta materia”, dice el estudio.
El diagnóstico revela, además, que mientras los usuarios de las zonas del Sistema Interconectado Nacional, SIN, reciben un subsidio de energía de $107.294, los de las Zonas No Interconectadas, ZNI, alcanzan $1.194.300.
Además de señalar las principales problemáticas detectadas, el diagnóstico incluye también una serie de propuestas que buscan contrarrestar las mencionadas circunstancias. Para aumentar la precisión de la información que reposa en su base de datos, y así mejorar su capacidad de diagnosticar problemas y proponer soluciones, la Superservicios se encuentra realizando un proceso de codificación de las ZNI que dotará de mayor confiabilidad a la información que le es reportada.
Finalmente, se está analizando la posibilidad de desarrollar un sistema de gestión eficiente del combustible en las ZNI, el cual permitiría realizar considerables ahorros si se fomenta, al interior de las empresas, la adopción de buenas prácticas de gestión de combustible y su reporte a la Superservicios. Dicho ahorro, se estima, podría alcanzar los 1.369 millones de galones de combustible al año, lo cual equivale a $8.400 millones.