Asumo desde hoy la responsabilidad de liderar al pueblo conservador para llegar a la Presidencia de la República y por eso invito a todos los líderes y congresistas a respaldar esta candidatura con el propósito de recuperar la dignidad del Partido".
Esas fueron las palabras ayer de la exministra Marta Lucía Ramírez al ser proclamada por la Convención como candidata presidencial del Partido Conservador. En su discurso hizo un llamado a la unidad del Partido, al tiempo que subrayó la importancia que tiene rescatar la vocación de poder de la colectividad.
Agregó que “nosotros le vamos a devolver a Colombia esperanza, futuro y cada vez más compromiso de un trabajo honesto de cada colombiano para que este país cambie”.
Recalcó también que “queremos la Presidencia para cambiar todo lo que necesita Colombia. Esta sociedad necesita varios cambios, como es el de abrirles las puertas de la educación a los amigos de Colombia, debemos lograr que haya trabajo para los colombianos, vamos a fortalecer el trabajo de las regiones, aumentaremos las áreas sembradas, promoveré la educación técnica…”.
En su primera intervención ante la Convención, cuando le tocó el turno de hablar en calidad de precandidata, Ramírez había dicho que la llenaba de alegría “saber que tenemos un partido vivo, con unas bases dispuestas a defenderlo. Convencidas de que la doctrina y los valores del conservatismo, las instituciones, el orden, la seguridad, la justicia, el desarrollo rural, el trabajo, la educación, la vida digna y la decencia de los colombianos son indispensables en la Colombia de hoy. Esos son los cimientos sólidos que requiere nuestro país para lograr la verdadera paz”.
Tras declararse como una “indignada” ante muchas situaciones anómalas en Colombia, la exministra sostuvo que “algunos me critican por mi reciente militancia en el partido y tienen razón. Soy militante hace pocos años aunque provengo de una familia de padre conservador pero siempre tuve una clara vocación por el servicio al país. Al conservatismo llegué por convicción en un momento de la vida en que tengo todo para dar y no busco recibir… Llegué al partido y durante los últimos 5 años he estado aquí, dando la batalla por la reforma estatutaria que lo democratizara y le diera más poder a sus bases. Y he estado durante estos años aportando ideas y proyectos que sirvan al país como nuestro proyecto de ley para reindustrializar a Colombia”.
Vocación de poder
Ramírez fue enfática en advertir que “desde el poder se pretende cooptar a los partidos con el propósito de mantener el poder en un grupo, en una elite y en unas ideas que no nos identifican. Hoy pretenden mantener neutralizado a nuestro Partido con el ilusionismo de la paz y no con el propósito de servir bien en la cotidianidad a los colombianos del común”.
“Hoy lamentablemente el país siente que en lugar de orden hay un gran desorden. Que en lugar de mejor justicia hay más impunidad, que en lugar del fortalecimiento institucional, hoy vemos anarquía. Que en los poderes públicos y en algunos de los organismos de control hay más protagonismo que eficacia. Todos los días oímos que hay funcionarios que se sienten con derechos por encima de la ley y pasan por encima de ella sin rubor alguno porque creen que la importancia del cargo les da esas atribuciones”, sostuvo Ramírez.
En cuanto a cambios que considere necesario, la ahora candidata presidencial dijo que “tenemos que impulsar las reformas necesarias en la administración de justicia para tener una justicia que funcione sin interferencias políticas ni burocráticas”.
Proceso de paz
Luego agregó que “Colombia es un país complejo de gobernar pero ello no justifica seguir aplazando las tareas pendientes con el pretexto de que casi todo lo que ocupa la agenda está dedicado al logro de la paz”.
Insistió en que “el logro de la paz es un deber moral que tenemos para con nosotros y para con los colombianos del futuro. Estoy en el Partido Conservador porque este fue siempre el partido del campo y en el desempeño de mis ministerios tuve la oportunidad de verlo con mis ojos”.
Según la exministra de Defensa “el conservatismo fue siempre el partido que estuvo al frente cuando se buscó llegar a la paz. Fue lo que hicieron Belisario Betancur y Andrés Pastrana. Fue lo que siempre propusieron Mariano Ospina y Álvaro Gómez. Pero si se persigue una paz hecha a la medida del afán y de la agenda estratégica de las Farc y de un protagonismo personal, esa paz no será sostenible”.
Pasó luego a la parte más crítica de su discurso: “todos los colombianos queremos la paz, pero no creemos que un acuerdo con terroristas en La Habana, del que no conocemos nada más que comunicados, sea el camino hacia la paz”.
Puntualizó que “está claro que el diálogo es necesario, pero para firmar la entrega de las armas de los terroristas, no para que se amparen y fortalezcan… No se puede entender que en un proceso de negociación de paz, los atentados contra la población civil perduren con el argumento de que se está negociando en el conflicto…No se entiende un gobierno que negocia con carro-bombas, moto-bombas y minas alrededor de la población civil”.
“Si llego al Gobierno y la negociación no ha concluido pondré un plazo: 4 meses para su terminación revisando lo que se haya negociado. Por fortuna nada está acordado hasta que todo esté acordado”, insistió.
Petición mayoritaria
Ramírez indicó que aspiraba “a llevar la candidatura del Partido a la Presidencia de Colombia porque muchas cosas se pueden hacer mejor y eso es lo que pide el 69% de los colombianos que mayoritariamente rechazan la reelección del Presidente Santos”.
“Estamos prisioneros de encuestas, noticias y pauta que nos quieren vender la reelección a pesar de las calificaciones mediocres del gobierno que los colombianos consideran por debajo del 45% en sus distintos desempeños”, advirtió.
“Si las propuestas que hice al presidente Santos hace 3 años no hubieran quedado archivadas en algún escritorio de uno de sus múltiples asesores, la desindustrialización que hoy sorprende al país y al propio gremio industrial, no se hubiera vuelto critica”, sostuvo la candidata.