Radicalización socialista anuncia Correa | El Nuevo Siglo
Jueves, 10 de Noviembre de 2011

Al reestructurar su gabinete, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró su promesa de radicalizar la "revolución ciudadana" en los meses que le quedan de gobierno, aunque analistas consideran que sólo elaboró un "reciclaje" de funcionarios.

Correa, que finalizará su mandato en abril de 2013, cambió a los titulares de 11 carteras y cuatro entidades que dependen del Ejecutivo, incluido el Banco Central, cuyo nuevo presidente es Pedro Delgado.
Delgado lideró en el actual gobierno la recuperación de fondos de bancos que cayeron en bancarrota a finales de los años 90.
Del total de funcionarios del nuevo gabinete, cinco debutan en el gobierno y los demás ya estaban o formaron parte del gobierno socialista. De hecho, cuatro mudaron de ministerio (Política, Política Económica, Desarrollo Social y Ciencia y Tecnología).
"Estos últimos meses de gobierno radicalizaremos la revolución ciudadana", dijo Correa en la toma de juramento de los nuevos ministros. El gobernante ya hizo esta promesa en el pasado, admitiendo rezagos en temas como la política agraria.
El mandatario sostuvo que decidió reestructurar su gabinete pese a ser "uno de los momentos de mayor apoyo popular para el gobierno".
"No actuamos con base en encuestas, sino en función de las necesidades históricas del país. Por ello hoy se da una necesaria renovación en el gabinete", indicó.
El reajuste había sido anunciado el 25 de octubre, un año y medio antes de las próximas elecciones presidenciales, en las que Correa podría postularse nuevamente.
Una de las novedades en el cambio ministerial fue el ingreso de Mireya Cárdenas como secretaria de los Pueblos, a cargo de la relación con los indígenas, una parte de los cuales simpatiza con la oposición.
Cárdenas militó en la guerrilla izquierdista Alfaro Vive, que depuso las armas durante el gobierno de Rodrigo Borja (1988-1992).
También destaca el regreso de Fander Falconí, quien fue canciller hasta el 12 de enero de 2010, cuando renunció por discrepancias con Correa sobre el manejo de la iniciativa Yasuní-ITT contra el calentamiento global./AFP