La fiscalía del Tribunal Supremo español solicitó un aumento de la pena impuesta por corrupción al cuñado del rey de España, Iñaki Urdangarin, para elevarla de seis a diez años de cárcel, informó este lunes una fuente judicial.
La fiscalía hizo la solicitud en un recurso ante el Tribunal Supremo, en el que pidió endurecer las penas en varios de los delitos de los que fue declarado culpable en un primer juicio, en febrero, indicó la fuente a la AFP.
En un comunicado la fiscalía precisa el lunes que el recurso, de ser considerado, supondría que "su pena de prisión se vería incrementada en tres años y siete meses".
Además de la fiscalía, otras seis partes anunciaron que recurrirían la sentencia del 17 de febrero, entre ellas el propio Urdangarin, marido de la infanta Cristina, hermana menor del rey Felipe VI.
Ante estos recursos, el Tribunal Supremo podrá confirmar, anular, reducir o aumentar las penas, y su decisión será definitiva.
Urdangarin fue condenado a seis años y tres meses de prisión, además de una multa de 512.000 euros, por malversar junto a su exsocio Diego Torres varios millones de euros entre 2004 y 2006 a través del Instituto Nóos, una fundación sin ánimo de lucro que presidía.
En el juicio inicial, la fiscalía anticorrupción reclamaba para Urdangarin 19 años y seis meses de prisión.
La fiscalía del Tribunal Supremo pide específicamente imponer una nueva pena por una malversación de caudales públicos cometida en 2006, además de endurecer otras sanciones por prevaricación y fraude a la administración, según la fuente judicial.
En total, serían 10 años de prisión.
En el juicio en Palma de Mallorca (archipiélago mediterráneo de Baleares), la infanta fue absuelta, tras convertirse en el primer miembro de la familia del rey en sentarse en el banquillo de los acusados.
No obstante fue condenada a una multa de 265.000 euros por su responsabilidad civil, una suma ya restituida durante el procedimiento.
El "caso Noos", que estalló en 2010 en una España en plena crisis económica, dañó gravemente la imagen de la familia real y contribuyó a precipitar la abdicación del rey Juan Carlos en su hijo Felipe VI en junio de 2014.
La infanta, de 52 años, y el medallista olímpico de balonmano en 1992 Urdangarin, de 49, fueron apartados de la familia real.
Felipe VI, antes cercano a ellos, les retiró el título de duques de Palma.
La pareja y sus cuatro hijos residen desde 2013 en Ginebra, donde el cuñado del rey permanece en libertad provisional, aunque debe presentarse cada mes ante la autoridad judicial suiza.
A la espera de que se resuelvan los recursos, los jueces españoles decidieron dejarle que resida allí, al estimar que no presenta riesgo de fuga.