El periodista santandereano Jorge Figueroa Clausen (brazo derecho de Francisco Santos) le acaba de proponer a Óscar Iván Zuluaga, que “en un acto de grandeza”, retire su nombre de la baraja de precandidatos uribistas a la Presidencia de la República”.
Carta. La carta del hijo del famoso “Tuerto” Figueroa al político caldense dice en su párrafo de entrada: “Colombia vive un momento muy difícil. Los ciudadanos perdimos la fe en un gobierno que fracasó y en un presidente sin liderazgo. Como padre de Martín Figueroa, de tan solo 3 meses, me angustia el porvenir del país. Por eso los uribistas impulsamos la creación del Centro Democrático: para renovar la esperanza de la ciudadanía. Y precisamente por el valor que entraña este proyecto político quiero hacer un llamado público a Óscar Iván Zuluaga para que en un acto de grandeza retire su nombre de los precandidatos a la Presidencia de Colombia”.
Lealtades. En su esfuerzo por ver al margen de la disputa al exministro de Pensilvania le dice:
“Doctor Óscar Iván: presumo su lealtad al presidente Uribe. Y los dos sabemos que Álvaro Uribe es leal hasta la médula, y que nunca le pedirá que retire su candidatura. Pero la opinión pública, a través de todo tipo de manifestaciones, sobre todo en las encuestas y en las redes sociales, pone en evidencia que su precandidatura no le sirve ni al presidente Uribe ni al país. Las circunstancias piden de usted el máximo gesto de lealtad y amor a la patria, el de retirar su aspiración en aras del éxito del Centro Democrático y de Colombia”.
Recompensa.Figueroa concluye con este vaticinio: “La sociedad colombiana sabrá recompensarle esa conducta que tan rara vez se ve en política y en la vida de los políticos, la de declinar en beneficio de un proyecto colectivo, que busca retomar el rumbo perdido. Vale la pena recordar las últimas palabras de ese hombre a quien nuestro común amigo, José Obdulio, ha admirado y estudiado tanto, el Libertador Simón Bolívar: Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro. Me refiero a su muerte política”.
Mensajes. Uno, del exgobernador caldense Emilio Echeverri Mejía: “Mil gracias por tu crónica. Bien sirve para dejar constancia de nuestra repugnancia por la conducta que predica “para el mamón no hay ley” o la del negociante de ganado que sufría zurriagazos al término de una feria de ganado en Aguadas al anunciarle al vendedor que se había corrido de la cota temprana a de un lote de animales: “Pégueme, papito, que todo lo que tengo se lo debo a 3 mamaítas!”.
Otro, del embajador en Roma, Germán Cardona Gutiérrez: Acabo de leer su columna. ¡Qué horror! Qué falta de respeto con un caballero como Emilio Echeverri. Como dice mi buen amigo el publicista Carlos Duque en uno de sus famosos “twits”: “la política es un vehículo de traición humana”.