Por: Pablo Uribe Ruan
Como por arte de magia, Millonarios perdió la mística que llegó a tener a mediados de este torneo. Durante lo que va de estos cuadrangulares el azul se volvió lento, impreciso y predecible. El Cali inauguró el desplome azul y ayer el Once Caldas lo terminó de liquidar. ¿Qué pasó con Millos?
Lo de los azules este semestre vino en caída libre, empezó volando y terminó remando en los charcos del Palogrande. Casi todo el torneo regular el equipo mostró buen fútbol, con excepción de los dos clásicos y contra Nacional; Dayro marcaba todos los partidos, los creativos estaban finos y la defensa, si bien de vez en cuando flaqueaba, se mantenía sólida con Román y Anderson.
Sin embargo, las lesiones de Ramírez, Perlaza y el retiro de Mario González por enfermedad terminaron perjudicando al equipo en los cuadrangulares. Mayer, quien ya tiene sus años, no tiene recambio, su alternativa termina siendo Yuber Asprilla quien no juega en esa posición. Me pregunto, ¿de qué juega Yuber?; Wason, cuya temporada ha sido bastante discreta, alterna con Erick que la mete, marcó contra el Once y Contra el Pasto, pero tampoco está bien.
De acuerdo, sin cambios es difícil, pero también es complejo cuando el equipo está mal parado, cuando se plantea un partido como el de ayer sin equilibrio en el medio campo y cuando de lo poco que hay en el banco se escoge mal. Ayer Hernán Torres se equivocó. Dejó a Blanco solo en el medio, después lo sacó e hizo unos cambios ofensivos descuidando todo el frente defensivo. Se la tenía que jugar, sí, pero no de esa forma.
El gran consuelo es que Millonarios hace 1 año cuando salió campeón a estas alturas tenía los mismos 3 puntos. Al final hizo 10 y se clasificó a la final. ¿Será que la vuelve a hacer?