Miércoles, 7 de Septiembre de 2011
Radiografía a lemas de campaña en Bogotá
Aunque estas banderas proselitistas no son determinantes a la hora de las urnas y por más bajo impacto que tengan, restan votos, sí son claves para posicionar al aspirante, su énfasis y programa ante el elector.
Nada más difícil que escoger un lema de campaña electoral. Los estrategas políticos se devanan los sesos sopesando cada palabra, el mensaje expreso y tácito que conlleva de manera consciente e inconsciente, el posible impacto en los potenciales votantes y, sobre todo, qué tanto enfatiza o transmite la imagen que el candidato quiere posicionar.
Los expertos en mercadeo político y asesoría de campañas sostienen que las frases insignia como tal no restan posibilidades electorales, por más malas o de bajo impacto que sean, pero sí pueden sumar, sobre todo en materia de reconocimiento candidato-programa.
En un país en donde hay más de 101 mil aspirantes a gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles, escoger un lema de campaña original es prácticamente una tarea imposible. Además, muchos candidatos poca atención le dispensan a este tema, particularmente tratándose de los cargos a cuerpos colegiados. Al final de cuentas es en las competencias por los cargos uninominales (ejecutivos municipales y departamentales) en donde la estrategia publicitaria y de imagen política tiene más peso e importancia.
Y la cuestión es aún más clave si se trata de contiendas por cargos tan claves como la Alcaldía de Bogotá. Hoy son 11 los aspirantes inscritos para disputarse el 30 de octubre en las urnas la posibilidad de ser el inquilino del Palacio Liévano a partir del 1 de enero de 2012.
Sin duda alguna la mayoría de los aspirantes y sus respectivos equipos de campaña trabajaron fuertemente para escoger sus respectivas frases de ‘batalla’.
La relación es la siguiente:
- David Luna (liberal): “Aquí está el cambio”.
- Enrique Peñalosa (verde): “Peñalosa cumple, por eso confío en él”.
- Carlos Fernando Galán (Cambio Radical): “Llegó el futuro”.
- Gina Parody (independiente): “Por una Bogotá independiente, valiente y orgullosa”.
- Antanas Mockus (ASI): “Bogotá Te Admira, Bogotá Te Cuida”.
- Jaime Castro (AICO): “Se acabó el recreo”.
- Aurelio Suárez (Polo): “¡Aurelio! Alcalde 2012-2015”.
- Dionisio Araujo (conservador): “Sea usted el alcalde”.
- Gustavo Petro (Progresistas): “¡Bogotá Humana ya!”.
- Carlos Eduardo Guevara (Mira): “Bogotá, ciudad de valor”.
- Gustavo Páez (PIN): “Hecho está”.
Perfiles y énfasis
Antes de abocar el análisis, es necesario hacer la claridad que las campañas de Castro y Páez tienen, al menos en las redes sociales, los lemas “Se acabó el recreo” y “Hecho está” como sus frases de batalla más reconocidas, respectivamente, pero en los afiches insignia aparecen otros como “Alcalde Mayor” y "Vamos a Volver a Creer en Bogotá". Sin embargo para este análisis tomaremos como referencia los primeros, por ser aquellos que más están sonando en las web y el escenario político capitalino.
Si se visualiza el conjunto de lemas de campaña, se pueden encontrar varias características básicas.
En primer lugar, que hay tres clases de mensajes: los que quieren transmitir una especie de borrón y cuenta nueva (Luna y Galán, a la postre los aspirantes más jóvenes). Los que enfatizan que hay que romper con el pasado inmediato (Castro) y los que piden rememorar el pasado, pero no el inmediato sino más atrás (Peñalosa).
Un segundo aspecto característico de los lemas es que se rompió el viejo paradigma que defendían algunos estrategas de campaña, en especial de la escuela norteamericana, en torno a que las frases bandera debían ser de pocas palabras. En el caso presente, Parody, Mockus y Peñalosa apostaron por expresiones más largas, que, más que enfatizar una marca, buscan posicionar un mensaje integral y complejo.
Pese a que hay 11 candidatos, la palabra “Bogotá” sólo aparece en cuatro de las frases distintivas de las campañas (Parody, Mockus, Petro y Guevara). Igual sólo en dos casos el nombre del candidato hace parte activa del lema (Peñalosa y Suárez).
A ello se suma que éste último es el único que enfatiza sobre su nombre de pila (“Aurelio”) sin agregar nada más, salvo el cargo al que aspira y el periodo. Entretanto, Araujo es el único que busca individualizar el mensaje al elector, una metodología muy propia de las presidenciales de EU.
Los mensajes de Parody, Mockus, Petro y Guevara parecen estar más centrados en la exaltación de valores e ideales hacia futuro, mientras que los de Castro y Luna son los que más se concentran en enfatizar sobre el clima de crisis que hay en la capital del país y cómo sus candidaturas significan un rompimiento con el mismo.
El hecho de que sólo dos lemas hagan esta referencia tan directa (causa-consecuencia) a la ‘herencia’ problemática del mandato Moreno, sorprende, pues meses atrás se creía que todos los casos de corrupción e impopularidad del suspendido Alcalde serían el caballito de batalla de muchos de los candidatos.
Hay quienes ven en la frase de Petro, en especial en la palabra “humana”, una crítica directa a Peñalosa, a quien en muchos sectores de la izquierda cuestionan por su perfil de constructor de obras y poco énfasis social.
En tanto, el llamado de Peñalosa también es visto como un recorderis muy directo a que el Polo (el de Moreno y del cual proviene Petro) prometió muchas cosas pero hizo muy pocas. En otras Peñalosa, apuesta por la experiencia y el cumplimiento como bandera.
Quizá el lema que más genera dudas e interpretaciones es el de Páez, pues su “Hecho está” no tiene un impacto claro sobre el elector, en cuanto a lo que quiere posicionar.
Estas y muchas otras lecturas se pueden hacer a las frases insignia de las 11 campañas a la Alcaldía de Bogotá. Como se advirtió antes, a la hora de las urnas esos lemas puede que no sean determinantes ni sumen cantidades de votos, pero lo que es claro es que, al ganador, muchas veces lo medirán o criticarán de acuerdo al mensaje que trató de impulsar en la puja proselitista. No en vano los mensajes bandera que más se recuerdan son, precisamente, los de aquellos que llegaron al poder.