Los resultados positivos arrojados por la Policía en el combate a los delitos de alto impacto, el narcotráfico, la microextorsión y las Bacrim, se han visto empañados en los últimos meses por lo que el director de la Institución, general Rodolfo Palomino, y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, llaman “manzanas podridas”.
El ministro Pinzón ha dicho que habrá “cero tolerancia” con los uniformados que infrinjan la ley y el general Palomino lamentado que “se dejen contaminar” o cedan a las “tentaciones” y resaltado que en la mayoría de los casos ha sido la misma Policía la que ha dado captura a los implicados en hechos al margen de la ley.
Lo que está ocurriendo en la actualidad ha hecho que vuelva a la memoria lo ocurrido unos años atrás cuando fue necesaria la creación de una comisión de alto nivel para que estudiara lo que sucedía y entregara recomendaciones para superar la crisis que estaba minando la imagen de la Institución.
Actualmente no se ha mencionado esa posibilidad, pero sí se insiste en que le extirparán las manzanas podridas, así cada día aparezca una, como sucedió ayer, nada más, con el intendente subcomandante de la Estación de Timbiquí, Cauca, enviado a prisión por sus presuntos nexos con cabecillas de las Farc y vínculos, al suministrar información, con el ataque perpetrado a los Carabineros de la Isla de Gorgona, en el que murió un capitán.
El intendente Buenaventura Orobio Caicedo, quien fue capturado en Timbiquí y el Juzgado 48 Penal Municipal de Bogotá, con función de control de garantías, le profirió medida de aseguramiento y es imputado por los delitos de terrorismo, homicidio agravado, tentativa de homicidio y concierto para delinquir en grado de coautor.
Y aunque el general Palomino ha dicho que en el robo de 14 armas de la estación de Carabineros de Suba no hay policías involucrados, la investigación apenas comienza.
Otros casos
Unos días atrás, empezando diciembre, la Fiscalía, a través de la Dirección Especializada contra el Crimen Organizado y con la ayuda de la Policía, capturó en Medellín a un grupo de 46 personas vinculadas al Clan Úsuga, entre los que se encontraban 19 agentes de la Policía.
“Merecen ser tratados como Judas, los funcionarios públicos de cualquier institución que se arrojan en las fauces de la corrupción”, escribió el general Palomino en la red social Twitter.
Este golpe se dio tan solo unos días después de que el 27 de noviembre, por petición de la Fiscalía 15 Especializada, adscrita al Grupo Gaula Valle, el Juzgado 25 Penal Municipal, impuso medida de aseguramiento intramuros y domiciliaria en contra de tres miembros de la Policía Nacional, como presuntos responsables del delito de concusión, en Cali (Valle del Cauca).
Según la Fiscalía, los procesados habrían exigido treinta millones de pesos ($30.000.000) a un comerciante aduciendo una supuesta investigación en su contra.
Así mismo, el 19 de noviembre un fiscal seccional de la Estructura de Apoyo de Cali con el apoyo de la Dijin de la Policía capturó, por orden de los jueces 10 y 31 de control de garantías de esa ciudad, a 29 integrantes de dos bandas dedicadas al hurto en diferentes modalidades.
De las 29 personas capturadas, 13 son civiles y 16 son miembros activos de la Policía Nacional y se encuentran vinculados con las bandas El Seño y El Patas, que operan en la capital vallecaucana.
De acuerdo con el balance de los operativos realizados de la banda El Seño fueron capturados 19 de sus integrantes, dentro de las cuales se encuentran 11 policías, y de la banda El Patas fueron capturadas siete personas 5 de ellas funcionarios de la Policía.
Dentro del procedimiento fue capturado el comandante de una estación de Policía adscrita a la Unidad de Reacción Inmediata (URI), de Palmira (Valle).
El mismo 19 de noviembre, un fiscal especializado de Antioquia Delegado ante el Gaula, con el apoyo de la Policía, capturó a cinco miembros de esa institución en el Comando del Departamento de Policía de Urabá, que se dedicaban a exigir diversas sumas de dinero a cambio de no judicializar a los pagadiarios que hacían préstamos a los trabajadores bananeros.
El 31 de octubre, en desarrollo de la operación conjunta Dignidad, un fiscal de la Dirección Nacional Especializada Antinarcóticos y Lavado de Activos y uniformados de la Policía Antinarcóticos desarticularon una organización transnacional dedicada al envío de estupefacientes hacia Alemania, entre quienes se encontraba Néstor Enrique Maestre Ponce, alias el Papa, Maestre o Teniente Coronel Maestre, para la época de los ilícitos se desempeñaba como jefe de la Regional 8 de Antinarcóticos y cuyo rol consistía en contactar a otro funcionario de la Policía con el fin de permitir el paso de la sustancia estupefaciente por los puertos de Cartagena.
Y para no ir más allá, el 24 de octubre fueron cobijados con medida de aseguramiento cuatro policías y un funcionario de la Fiscalía por su colaboración con el Clan Úsuga que opera en Córdoba.
Para cerrar, el 6 de octubre tres agentes de Policía fueron enviados a prisión por la retención ilegal de dos personas y la pérdida de 14 celulares de alta gama.
¿Qué está pasando en la Policía? La pregunta queda sobre la mesa, así como la promesa del general Palomino y del ministro Pinzón de no tener contemplación con los corruptos y seguir lucha diaria para extirparlos de la Institución.