La percepción sobre la seguridad hoy en Colombia es que se ha deteriorado significativamente, a raíz de una serie de recientes hechos violentos.
Sin embargo, el Gobierno tiene cómo mostrar que no está postrado sino actuando y de ahí su análisis de que las acciones violentas no son síntoma de deterioro sino reacciones frente al avance institucional.
De hecho, ayer el presidente Juan Manuel Santos volvió a advertirles a los terroristas de derecha y de izquierda que sus actuaciones no lograrán mover al Gobierno del rumbo que tiene fijado.
Deterioro
Para el Centro Seguridad y Democracia de la Universidad Sergio Arboleda, dirigido por Alfredo Rangel, “en relación con años anteriores, durante el primer trimestre de 2012 se sigue evidenciando un deterioro de la seguridad nacional”.
Así está consignado en su más reciente informe, que procesó cifras del primer trimestre de este año.
Según el documento, el deterioro “se evidencia en la persistencia del incremento de las actividades violentas de los grupos armados irregulares, y en la constante caída del número de combates contra estos grupos por parte de las Fuerzas Militares”.
“En efecto”, se lee en el documento, “en este primer trimestre hubo un incremento de los atentados contra la infraestructura económica nacional y de los retenes ilegales, así como un aumento bimestral de los secuestros. También se presentó un leve descenso de los ataques guerrilleros contra la Fuerza Pública, originado por una disminución de la actividad armada del ELN. Finalmente, aunque el número de bajas de la guerrilla aumentó por obra de dos bombardeos de la Fuerza Aérea, el nivel de operatividad general de las Fuerzas Militares contra la guerrilla ha seguido descendiendo”.
“El secuestro presentó un incremento del 27% con relación al año anterior y es el número más alto de los últimos cuatro años. A finales de febrero las Farc anunciaron la suspensión del secuestro a civiles y, de hecho, ya habían disminuido sus plagios en un 73% durante el primer bimestre. Pero se evidencia que la delincuencia común está relevando a las Farc como principal agente del secuestro, razón por la cual la disminución de los plagios de este grupo guerrillero no ha disminuido aún el número total de secuestros, porque la delincuencia común sigue incrementando los que son de su autoría. Arauca y Bogotá concentran casi la mitad de los plagios, y es inquietante la utilización por los delincuentes de la zona fronteriza con Venezuela para ocultar y negociar los secuestros. Es de resaltar que Antioquia, anteriormente muy azotada por este flagelo, no presentó ni un solo caso en este bimestre”.
En cuanto a los retenes ilegales, según el Centro “presentaron el más alto incremento de los indicadores de seguridad aquí analizados, al aumentar en un 400% con relación al año anterior, siendo el presente trimestre el de más alto número de casos en los últimos 6 años. Norte de Santander fue de lejos el departamento que más alto número presentó (8 casos), seguido de Cauca y Valle del Cauca (3 casos cada uno). Diez departamentos sufrieron estos ataques, y en promedio se presentó uno cada 3.6 días”.
Por otra parte, “los ataques contra la infraestructura económica nacional aumentaron en este trimestre en un 57% con relación al año anterior, siendo el número más alto de los últimos 5 años. Un 72% de estos sabotajes los sufrió la industria petrolera, que vio aumentado en un 160% los ataques en su contra por parte de la guerrilla, con un promedio de un sabotaje cada 3 días. Norte de Santander concentró el 42% de los sabotajes económicos, y con relación al año anterior allí se incrementaron estos actos en un 150%; le siguieron Caquetá con un 25%, y Arauca con 14% del total”.
“El número de ataques de los grupos irregulares contra la Fuerza Pública disminuyó en un 15%, pero sigue siendo el más alto en los últimos 5 años, con excepción del año anterior. De hecho, los ataques del presente trimestre casi triplican los ocurridos en el año 2008. El mayor incremento se vio en los ataques a las instalaciones de la Policía Nacional y en las emboscadas. Es de subrayar que la disminución de los ataques se debió en gran parte a la caída de las acciones del ELN, pues las Farc prácticamente mantuvieron su nivel operacional al mismo nivel del año anterior. No obstante la disminución del número de ataques, el índice de letalidad de estos –esto es, el promedio bajas de militares y policías por ataque-, aumentó ligeramente de 0,47 bajas a 0,53, es decir, un 12%.
Finalmente, en el número de combates por iniciativa de la Fuerza Pública contra los grupos irregulares se presenta una situación paradójica. De un lado, durante el presente trimestre se registra una caída de 52% con relación al año pasado, ese número de combates es el más bajo de los últimos 5 años, y representa solo el 10% del número de combates que desarrolló la Fuerza Pública en el año 2008. De hecho, el número de ataques de la guerrilla contra la Fuerza Pública duplica el número de combates por iniciativa de las Fuerzas Militares contra la guerrilla, con lo cual se evidencia que la iniciativa la tiene la guerrilla y que las Fuerzas Militares están a la defensiva”.
Congresistas
Los congresistas atribuyen esta escalada a diferentes actores.
El presidente del Congreso Juan Manuel Corzo, del Partido Conservador, manifestó que “al nivel que nos lleva las Farc le va a tocar al Gobierno meterse profundamente en el tema de la seguridad nacional porque cuando el pueblo se empieza a sentir acosado surgen movimientos fuertes que van a exigir seguridad. El Presidente está a tiempo de volver a sus épocas de ministro de Defensa para lograr la seguridad del país”.
Para el senador nariñense Camilo Romero, del opositor Polo Democrático, detrás del aumento de las acciones violentas en el país, incluido el atentado contra Fernando Londoño, está la "la mano negra" a la que hace referencia el presidente Santos. Romero sostuvo que Colombia vive la amenaza de los monaguillos de la guerra, según declaraciones que le concedió a Caracol Radio. Cada vez que hay un esfuerzo de paz en el país empiezan a surgir y a resurgir con más ánimo y más ahínco, advirtió.
El senador vallecaucano Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, no se explica lo que sucede en el país y considera que puede tratarse de una falta de comunicación entre las autoridades que tienen a cargo la seguridad. No obstante, también atribuyó el incremento de la inseguridad a un posible descuido por parte de los gobernadores y alcaldes regionales y locales en el tema de orden público.
El presidente de la Cámara Simón Gaviria, jefe Único del Partido Liberal, si bien admitió un deterioro en la seguridad, sostuvo que el plan estratégico del Gobierno para combatir a los grupos armados al margen de la ley avanza.
A pesar de sus persistentes críticas, que en su mayoría giran precisamente sobre este tema, el ex presidente Álvaro Uribe consideró que la situación no amerita la declaratoria de la conmoción interior.
“En mi gobierno no se contempló esa opción y hoy tampoco se hace necesario”, expresó.
“Quieren imponernos su agenda”
El presidente Santos aseguró ayer que nadie ni nada hará que el Gobierno cambie los objetivos trazados por el Gobierno desde el 7 de agosto de 2010.
“Hay extremas de izquierda y de la derecha que quieren cambiar el rumbo. Hay terroristas que quieren imponernos su agenda y el rumbo se mantiene pase lo que pase. Vamos por buen camino, nos estamos acercando a esa ciudad, a ese puerto de destino que diseñamos desde un principio, y nadie nos va a hacer cambiar de rumbo”, expresó.
Dijo que ese poder para administrar el país, el cual le fue otorgado por los colombianos a través de las urnas, permitió definir un rumbo que no será cambiado.
“Hay mucho tiburón por ahí, pero esos tiburones no nos van a hacer ninguna mella, porque esta nave va a seguir con un rumbo muy definido. Nada ni nada nos hará cambiar de rumbo”, concluyó el Jefe de Estado.
Avances
La víspera, Santos había entregado un balance de los avances de la Fuerza Pública en la guerra contra las Farc.
El Presidente reportó que en los primeros meses de 2012, los guerrilleros abatidos de este grupo terrorista aumentaron en 39 por ciento, los neutralizados en 21 por ciento y los capturados en 72 por ciento.
“En este año, entre el primero de enero y el 15 de mayo, en esta guerra contra las Farc hemos avanzado y avanzado mucho. Los neutralizados, incluyendo los desmovilizados, aumentaron 21 por ciento frente al año anterior. Los muertos en combate, dados de baja en las Farc, aumentaron 39 por ciento. Y los capturados por parte de la Fuerza Pública contra las Farc, con Fiscalía a bordo, o sea los capturados de las Farc, aumentaron 72 por ciento”, precisó el Mandatario.
“En este momento las Farc están desesperadas por la ofensiva y por la estrategia. Por primera vez, desde que comenzó la Operación Espada de Honor, los hemos metido a sus madrigueras. Los estamos sacando de los sitios donde han estado durante años y décadas. Y están respondiendo. Las Farc en este momento están reaccionando a la eficacia de nuestra Fuerza Pública”, sostuvo.
Guerrilleros en Venezuela
"El simple hecho de que el presidente (venezolano, Hugo) Chávez diga que va a movilizar unas tropas allá y va a hacer unas operaciones nos parece que es al menos un gesto apropiado", dijo a medios de prensa el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón.
"Ahora, lo importante es que sea efectivo y realmente se concrete en acciones", agregó el funcionario.
"Es importante que en otros países eviten la presencia de esos criminales para prevenir que se contaminen del terrorismo, el narcotráfico, el reclutamiento de menores y todo tipo de barbaridades que cometen esas organizaciones", advirtió Pinzón.
El Ejército colombiano considera "muy probable" que el grupo guerrillero partiera de Venezuela y regresara a ese país después del ataque. El lunes, el presidente Hugo Chávez ordenó reforzar la vigilancia en la zona y subrayó su intención de no permitir la incursión de ninguna fuerza armada en Venezuela.
"Nosotros no podemos permitir que nos inmiscuyan en un conflicto que no nos pertenece", afirmó Chávez.
Frontera caliente
Para Ariel Ávila, coautor y compilador del libro "La frontera caliente entre Colombia y Venezuela" e investigador de la Corporación Nuevo Arco Iris, que estudia el conflicto armado colombiano, la situación que se vive actualmente en la zona limítrofe se debe a años de descuido de ambos Gobiernos.
"Colombia ha tolerado la presencia de las bandas criminales Los Urabeños y Los Rastrojos, y Venezuela ha tolerado a las guerrillas. Eso se tradujo en una situación que se les salió de las manos. La cooperación en seguridad es muy importante, pero no va a resolver las cosas de la noche a la mañana", dijo Ávila a la Agencia France Press (AFP).
Además, según Ávila, tras las muchas disputas entre los dos países persiste "mucha desconfianza".
"Ha habido buenas relaciones entre los mandatarios, pero todavía no entre los Estados", señaló.