Para algunos analistas, la guerrilla del Eln, que en las últimas semanas secuestró a cinco extranjeros, busca apremiar al gobierno para que le incluya en el proceso de paz que mantiene con la más poderosa Farc.
Sin embargo, esos mismos observadores consideran que esa es una decisión inconducente.
"Uno de sus objetivos es llamar la atención sobre las negociaciones de paz. Ellos quieren entrar. Pero recurrir al secuestro para vincularse a una mesa de negociación es un camino muy equivocado", dijo a la agencia France Press (AFP) León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris.
El Eln viene insistiendo desde finales del año pasado en su intención de sentarse en una mesa con el gobierno, y hasta anunció que ya tenía lista su delegación para iniciar el proceso.
Pero el presidente Juan Manuel Santos, concentrado en las conversaciones con las Farc que se desarrollan desde noviembre en La Habana, Cuba, enfrió las expectativas del Eln reclamándole discreción para los contactos.
Valencia cree que el gobierno requiere, antes de negociar con el Eln, un acuerdo sobre los temas de la agenda de la mesa y que el grupo rebelde tome algunas medidas ya asumidas por las Farc, como el compromiso a abandonar el secuestro de civiles.
"Al parecer el gobierno, por información que ha salido, suspendió desde octubre los contactos con el Eln y creo que ellos están respondiendo con este tipo de acciones", señaló el analista en referencia a los recientes secuestros.
En los últimos meses, la guerrilla ha intensificado sus acciones de impacto mediático con el sabotaje de importantes infraestructuras energéticas y los raptos de seis trabajadores de una empresa minera el 18 de enero, entre ellos dos peruanos y un canadiense, y el de dos jubilados alemanes, anunciado el lunes.
Para Valencia, que formó parte del Eln durante más de 20 años, la guerrilla viene fortaleciéndose con lucrativas fuentes de financiación como la minería ilegal de oro, la extorsión y el contrabando de gasolina, en sus zonas de influencia, especialmente en la frontera con Venezuela.
"La guerra se hace con plata (...) ahora vuelven a tener grandes campamentos, armamento, uniformes y capacidad de realizar acciones en algunas zonas. Es muy preocupante", sostuvo Valencia, quien se desmovilizó a inicios de la década de 1990.
Jairo Libreros, experto en seguridad, también considera los secuestros de extranjeros como "una torpeza política".
"Apostaron por un secuestro político buscando réditos internacionales y se equivocaron. No lo van a conseguir", señaló este profesor de la Universidad Externado de Colombia.
Una fuente del gobierno alemán descartó que Berlín vaya a interceder ante Bogotá para que se establezca la mesa de diálogo con el Eln.
Los insurgentes dijeron haber capturado a los dos alemanes en la conflictiva región del Catatumbo y los acusaron de espías, lo cual fue rechazado por Santos.
Mediación
Como lo informó ayer EL NUEVO SIGLO, una solicitud de mediación para liberar los cinco extranjeros y los dos ciudadanos colombianos secuestrados por el Eln en el último mes, presentó al Gobierno nacional y a esa guerrilla la Comisión Facilitadora Civil que hace 13 y 14 años brindó su concurso humanitario en los plagios masivos de la iglesia La María de Cali y en el caso del Fokker de Avianca que cubría la ruta Bucaramanga-Bogotá.
El pasado 18 de enero el Eln secuestró en el Sur de Bolívar al canadiense Jernoc Wobert, a los peruanos, José Mamani y Javier Ochoa, como a los colombianos, William Batista y Manuel Zabaleta, empleados de la empresa Geo Explorer. Mientras que la semana pasada la misma organización plagió a los alemanes Breur Uwe y Breuer Günther.
En un comunicado, la Comisión integrada por un grupo destacado de ciudadanos, ofreció el concurso humanitario “a efectos de la realización de las tareas que el Gobierno y el Eln estimen pertinentes en este sentido”.
Asimismo, el grupo civil condenó la práctica del secuestro al considerar que “vulnera la dignidad humana”, al tiempo que exhortó a la guerrilla a liberar a estas personas sin condición alguna.
“Hechos como estos corresponden al lamentable equivoco de combinar acciones armadas con expresiones de orden político, que deben desaparecer de la vida política colombiana”, indica el texto.
Incluso, la Comisión consideró que si esta guerrilla quiere tener cabida en una posible negociación de paz con el Ejecutivo, debe dar muestras de paz.
“Entendemos que para que tengan cabida diálogos de paz entre el Gobierno y el Eln, que conduzcan a procesos que contribuyan a forjar la convivencia, a ampliar y fortalecer la democracia y a conquistar mayores niveles de bienestar y desarrollo, deben cesar operaciones que, como el secuestro, resultan incongruentes con estos propósitos”, señala el comunicado.
Al respecto, Alejo Vargas, integrante de la Comisión, afirmó que esperan a que las dos partes acepten la mediación lo más pronto posible.
“Si para esa liberación se requiere que hagamos algún concurso, estamos dispuestos. Igualmente esperamos que ese gesto lo haga el Eln”, señaló Vargas.
El catedrático no descartó que posterior a la intermediación se pueda avanzar hacia conversaciones de paz. “Esperamos se abra una posibilidad para que los acercamientos entre el Gobierno y el Eln, en la perspectiva de una mesa de conversaciones, se visibilice lo más pronto posible y en eso también la comisión que ha cumplido esa tarea, estaría dispuesta a hacerlo. Todo depende de si el Gobierno y el Eln responden positivamente a este ofrecimiento”.
Frente a si la mediación es una respuesta a la presión del grupo ilegal para que el Ejecutivo acepte dialogar con ellos, Vargas advirtió que “me queda muy difícil decir si esa es la razón que ha tenido esta guerrilla en relación con esos hechos. Nosotros más allá de interpretar razones, lo que tratamos de buscar es darle una salida humanitaria a un hecho que nos parece de la mayor gravedad, pero al mismo tiempo aprovechar eso para que se puedan dar unas posibilidades de paz”.
Sobre el adelanto de posibles contactos con la subversión para la liberación de secuestrados, el vocero negó que en la actualidad los tengan.
“Nosotros no hemos tenido contactos recientes con el Eln, además porque está prohibido mientras no haya autorización. Sí los hemos tenido en gobiernos anteriores cuando hemos tenido la autorización”, afirmó.
Por su parte, el exministro Antonio Navarro, otro de los integrantes, subrayó que este “es un tema humanitario. Aquí el asunto es que el Eln entienda que no se puede secuestrar gente porque o si no reciben un rechazo de la opinión publica. Si ellos quieren sentarse con el Gobierno en un acuerdo, tienen que tener la opinión pública a su favor y así no la van a tener”.
Los mediadores afirmaron que ven como una posibilidad pedir una audiencia con el presidente Juan Manuel Santos para que se avale la intermediación.