En el último informe sobre el papel de las TIC en el desarrollo de la pequeña empresa: reflexiones de política a la luz del caso colombiano, Fedesarrollo hace, entre otros, un análisis sobre el acceso de pymes en el que insiste en un atraso evidente.
Y es que el análisis del grado de apropiación de las Mipymes en Colombia “debe dividirse en dos partes. Por un lado, existe un significativo rezago en el acceso y uso básico de las TIC en las microempresas del país y, por otro, que es la que potencia en mayor medida el crecimiento de las empresas, se compara de manera desfavorable con otros países del mundo y de la región”.
Añade que a diferencia de las medianas y grandes empresas, la penetración de herramientas TIC básicas de las pequeñas y micro empresas colombianas revela un significativo rezago.
Mientras que el 79% de las pequeñas empresas tiene conexión a internet, cifra 10 puntos porcentuales inferior al promedio mundial, menos del 60% de los microestablecimientos tiene acceso a tal herramienta, lo que se compara desfavorablemente con países como Brasil, Malasia y Corea del sur donde la penetración oscila entre 70-95%.
En ese contexto, “las TIC resultan un mecanismo efectivo para que las Mipymes -y de manera más general, las empresas jóvenes cuyo potencial de crecimiento es mayor (eslava & Haltiwanger, 2013)- aumenten su tasa de supervivencia, impulsando su productividad y ampliando el tamaño de su demanda (Barba-Sánchez et al., 2007)”.
Además de aportar información valiosa y barata para las empresas, “las TIC permiten la estandarización de procesos operativos con lo cual se reducen costos (summut-Bonnii y McGee, 2002), facilitan la asociatividad entre pequeñas empresas (Ueki. et al, 2005; Hilbert y Katz, 2002) y mejoran los mecanismos de comunicación con los consumidores (Pérez, 2007; Casalet y González, 2004)”.