Un fuerte pulso se dará en el Congreso entre quienes promueven un cambio radical del sistema de salud y quienes prefieren una transformación más moderada.
Sobra decir que en el último grupo está el Gobierno, que aunque reconoce la urgencia de reorganizar el modelo, no es partidario de un ajuste que borre de un plumazo todo el andamiaje de la Ley 100. Ante eso, la oposición ha reaccionado considerando que el proyecto gubernamental “es cosmética, no es estructural y no cambia el esquema que hace años hizo metástasis y fracasó en Colombia”, según palabras del senador vallecaucano Mauricio Ospina del Polo Democrático.
Ospina criticó, entre otros aspectos, la transformación de las Empresas Promotoras de Salud (EPS) en Empresas Gestoras de Salud (EGS) que, según su análisis, ya no estarían en la obligación de contratar un porcentaje con la red pública hospitalaria: "Cuando esto suceda, seguramente, esos gestores que son las mismas EPS van a privilegiar sus redes de servicios. No es ecuánime, porque los que sostuvieron la bomba social, los que estuvieron llenos hasta el 200 por ciento en urgencias cuando no había plata, los que le prestaron atención a todas las comunidades de pacientes de alto costo y que nadie quería recibir, los que se sacrificaron durante tantos años, van a sucumbir. El escenario no es fácil".
En respuesta, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, ha dicho que “creo que debe haber una reestructuración de fondo de las EPS. Unas, las mejores, se podrían convertir en EGS. Otras tendrán que ser liquidadas”.
El alto funcionario explicó que hay varios factores para evitar lo que el senador Ospina presagia. Entre esos elementos, Gaviria destacó que las EGS “no van a manejar la plata, como sucede ahora, sino que esta va a ser girada directamente a los hospitales desde un gran fondo estatal que es Salud Mía” y que “va a haber riesgos compartidos. Es decir, que una parte del tratamiento de los pacientes de alto costo va a ser asumida por Salud Mía y se evitaría lo que sucede ahora, que es que las EPS tratan de deshacerse de los pacientes más costosos. Si a esto le agregamos una Superintendencia fortalecida, creo que se puede dar un cambio de fondo a la salud”.