APARTE DE los temas de fondo que discute el Concejo de Cali relacionados con el proyecto de revisión y ajuste al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) presentado por la Administración municipal, está uno jurídico no menos importante: ¿es realmente una modificación o es un nuevo POT?.
“No es un nuevo POT”, precisó categóricamente el director jurídico de la Alcaldía, Javier Pachón, anotando que “todas las revisiones y modificaciones de un plan de ordenamiento territorial deben someterse a concertación, consulta y aprobación y esos son los procedimientos que ha llevado a cabo esta Administración”.
Sin embargo, para la concejala Clementina Vélez, del Partido Liberal, “lo que tenemos a hoy es un nuevo POT. No es una revisión ni un ajuste: es un nuevo POT”, por lo que el cabildo abierto es un mandato y no debe cuestionarse. Por ello, planteó reprogramar para incluirlo en el cronograma y tener respuestas para la comunidad en relación al documento presentado a estudio del Concejo.
Hasta ahora, dado que se considera solo una modificación al POT existente, la presidenta de la Comisión del Plan y Tierras, Noralba García, de Cambio Radical, anunció la apertura de tres espacios de participación: un foro, talleres temáticos y participación ciudadana en el seno de la Comisión.
Tanto Pachón como León Darío Espinosa, director de Planeación, aclararon que la posibilidad de tramitar el tema en un cabildo abierto es una competencia que corresponde al Concejo, por lo que la Administración no tomará injerencia en la organización del mismo.
Otra duda ventilada en el Concejo, en particular por Patricia Molina, del Polo Democrático, Dannis Antonio Rentería, del Movimiento de Inclusión de Oportunidades (MIO) y Amparo Gutiérrez, del Partido Conservador, es sobre la pertinencia de consultar con las comunidades afro e indígenas de Cali.
Pachón aseveró que la consulta previa se hace cuando las determinaciones afecten a las comunidades indígenas o afro, por restricciones o gravámenes, lo que según él no ocurre en este caso.