La renovación urbana debe respetar intereses de la comunidad, le manifestó el representante por Bogotá, Germán Navas, del Polo Democrático, al secretario de Planeación Distrital, Gerardo Ardila.
“Soy amigo del progreso para Bogotá, pero no lo acepto si está por encima de los intereses de la comunidad”, advirtió el congresista, quien dijo que no veía la razón por la cual se quiere expropiar el lote de la Universidad Nacional así como la Clínica Santa Rosa, más si se tiene en cuenta –según Planeación Distrital– que no existe acuerdo al respecto.
Para Navas, la incongruencia de las explicaciones por parte de los funcionarios conduce a pensar que los proyectos no existen, e instó a la comunidad a no dar respuesta a las peticiones de negociación ni mucho menos a dejarse amedrentar con una posible expropiación.
Dentro de los planes de renovación urbana contemplados en Bogotá, hay varios puntos polémicos como el futuro de los comerciantes del centro y el destino de los terrenos de la Universidad Nacional (UN) en el Centro Administrativo Nacional (CAN).
Según el profesor Rodrigo Cortés, decano de la Facultad de Artes de la UN, es necesario establecer cómo contribuye el proyecto de renovación urbana del CAN a la calidad de vida de los ciudadanos y cómo se articula con el Parque Simón Bolívar y con la UN.
Alonso Correa, representante profesoral de la Sede Bogotá de la UN, insistió en que la Ciudad Blanca (la Universidad) no es un espacio deshabitado y que cualquier intento de intervenir este terreno, con fines diferentes a los que fue creado, es un asunto preocupante.
Por su parte, el secretario Ardila explicó que “renovar el CAN es clave para el Distrito. Se ha planteado la posibilidad de que el campus de la Universidad Nacional forme parte de esa conservación urbanística y de una protección arquitectónica del campus como un todo. Sin embargo, respetamos las negociaciones entre el Gobierno y la Universidad”.