La comisión sexta de la Cámara aprobó, en tercer debate, el proyecto que sanciona el primer grado de embriaguez con multa y suspensión de la licencia de conducción a quien se niegue a realizarse la prueba de alcoholemia.
De acuerdo con el senador Juan Lozano, promotor de la iniciativa, ésta va en tercer debate y eso “es un gran avance porque cuando sea requerido un conductor para hacerse la prueba de alcoholemia y se niegue se aplica una sanción que consiste en que su licencia se puede suspender entre 5 y 10 años y además pueden proceder las multas que en su momento se establezcan”.
Así mismo, aseguró que con el proyecto se llena un vacío que existe en el Código Nacional de Tránsito al afirmar que “Suplimos el vacío y ya avanzamos hacia una cultura de cero tolerancia en la mezcla de alcohol y conducción”.
Finalmente, se conocieron las sanciones que entrarían en vigencia, las cuales contemplan, además de sanciones monetarias, la suspensión de la licencia de conducción de entre seis hasta 10 años dependiendo del grado de alcohol encontrado.