Por: Martha Olaya
Periodista EL NUEVO SIGLO
El proyecto de ley de ausentismo parlamentario que busca castigar a los congresistas y funcionarios citados a sesiones plenarias y comisiones que no asistan o se ausenten de las mismas, no ha logrado avanzar a pesar de que sigue en lista de espera desde que inició esta legislatura. La iniciativa sigue estancada.
El autor del proyecto, el senador del Centro Democrático, Alfredo Ramos, sostuvo a EL NUEVO SIGLO que “infortunadamente no se le ha dado trámite a esta iniciativa porque muchas veces son los mismos congresistas quienes lo pasan por alto, este no es un proyecto que tenga el cariño más grande de los congresistas”.
Ramos reveló que desde principios de la legislatura está en el orden del día este proyecto, sin embargo mantiene la esperanza que en estos dos meses que faltan se alcance por lo menos su primer debate.
“Todavía faltan dos meses y espero que se dé el primer debate apenas, he hablado con el presidente de la comisión primera para que de alguna manera le dé prioridad, pero infortunadamente la falta de sesiones no lo ha permitido”, sostuvo.
El parlamentario hizo un llamado a sus colegas para que apoyen la iniciativa que busca que los ciudadanos recuperen la confianza en los congresistas, ya que se han caracterizado por el ausentismo a las plenarias y debates.
“Yo espero que el Congreso se dé cuenta de la importancia de este proyecto para que la ciudadanía genere más confianza en el Congreso, que es tristemente una de las entidades con mayor desprestigio en la política colombiana”, dijo.
La iniciativa comprende multas, sanciones e incluso, si es recurrente, la pérdida de la curul para los legisladores que falten a las plenarias y debates del Congreso. El proyecto de ley también contempla un castigo para los funcionarios públicos que sean citados y no asistan.
En el Capitolio es frecuente encontrar que las plenarias se levanten por falta de quórum, los debates de control político son pobres y en muchos de los casos, solo asiste un 20% de congresistas y trabajadores del Estado.
Estas medidas buscan frenar el ausentismo y proponen un control cada hora después de que el congresista se haya registrado.
En tal sentido, el presidente del Senado, el liberal Luis Fernando Velasco, dijo hace unos meses que “tengo limitaciones para tomar”.
El parlamentario agregó que “sus compañeros se registran y luego salen, y muchos no regresan de forma permanente o definitiva a la sesión”, medidaspara obligar a que los integrantes de la corporación se mantengan durante las sesiones plenarias.
Ramos considera que de esa forma los ciudadanos empezarán a recuperar la confianza en sus líderes públicos, en especial en el Congreso de la República, “si los congresistas no quieren dar ejemplo de manera ética, tendremos que acudir a mecanismos legales que garanticen el cumplimiento de sus funciones constitucionales y legales”.
El ausentismo parlamentario es un problema que afecta al Congreso desde antaño. Muchos han sido los mecanismos que han tratado de implementarse para que los parlamentarios asistan a las sesiones y cumplan con los deberes constitucionales, pero hasta el momento no han funcionado.