En medio de un crecimiento regional que no será el mejor, la economía colombiana mostrará un comportamiento superior al de muchos de sus vecinos, a pesar de las revisiones a las que fue sometido a lo largo del año

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La situación de la economía colombiana no será mejor durante 2017, el ajuste a que se ha visto sometido el país aún está en marcha y se hace necesario de más tiempo para cuajar una recuperación que a lo mejor se verá, según los cálculos en 2018.

Luego de conocerse la revisión a la baja de la perspectiva de crecimiento del Fondo Monetario internacional del 2% al 1,7%, ayer el Banco Mundial continuó con esa tendencia y bajó la proyección del Producto Interno Bruto a 1,8%, desde 2%.

La economía en Colombia se ha visto afectada durante este año por situaciones internas originadas en parte por la reforma tributaria que aumentó el Impuesto al Valor Agregado, IVA, de 16% a 19% y que a juicio de analistas y observadores del mercado afectó gravemente el consumo en lo corrido del año.

Esta situación llevó a que el PIB colombiano en el primer semestre creciera a niveles de 1,1% y en el segundo cuarto llegara al 1,3%, considerado mediocre para el mercado.

Mal de muchos

Pero Colombia no es la única nación en la región tendrá un crecimiento bajo en 2017. Los documentos tanto del Fondo Monetario Internacional, FMI, como del Banco Mundial, la Cepal y otros organismos multilaterales estiman que hay países que crecerán por debajo de las posibilidades que tiene el nuestro.

Brasil, Chile, Venezuela y Ecuador crecerán este año menos que Colombia, mientras que otras economías como Argentina, México, Perú, Bolivia, Paraguay, estarán por encima de nuestro país.

El reporte del FMI sobre el país señala que Colombia tiene un sólido marco de políticas y fundamentos. Las decisiones políticas oportunas han guiado un proceso de ajuste ordenado a la caída en los términos de intercambio experimentados desde 2014, alineando la demanda interna con condiciones externas más débiles.

A pesar de la desaceleración del crecimiento del año pasado y de la alta inflación, la pobreza y la desigualdad mejoraron.

El déficit en cuenta corriente se ha reducido significativamente y las presiones inflacionarias se están moderando gradualmente.

El sistema bancario sigue siendo sólido, pero han surgido focos de vulnerabilidad corporativa. El acuerdo de paz con las Farc y la reforma fiscal estructural son hitos importantes que han reducido la incertidumbre y creado el escenario para una perspectiva favorable.

Para el Banco Mundial en su diagnóstico en torno a la economía en América Latina, el organismo internacional indicó que el Producto Interior Bruto, PIB, de la región crecerá este año 1,2% y lo hará en 2,3% durante 2018.

Se trata del reporte “entre la espada y la pared: La encrucijada de la política monetaria en América Latina y el Caribe”, en el cual el banco explicó que Suramérica será la locomotora en los dos próximos años.

Para el caso de algunos países, la entidad indicó que por ejemplo, en Argentina la economía crecería un 2,8% en 2017 y un 3% en 2018.

Por los lados de Brasil, el organismo prevé que crezca 0,7% este año y 2,3% el próximo. Mientras que México crecerá algo más del 2% este año.

Para el economista jefe del Banco Mundial, Carlos Végh, “sin un rol determinante por parte de los motores externos de crecimiento, tales como los altos precios de las materias primas, la región tendrá que depender de sus propias fuentes de crecimiento”.

Cepal

Según Alicia Bárcena, directora de la Cepal, los países de América Latina y el Caribe crecerán en promedio 1,1% en 2017 tras dos años consecutivos de contracción, gracias a un contexto internacional que pese a los riesgos geopolíticos muestra mejores expectativas de crecimiento, y una mejora en los precios de las materias primas que exporta la región.

El organismo regional de las Naciones Unidas dio a conocer su Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2017, en el cual destaca la importancia de las políticas macroeconómicas para dinamizar el crecimiento de largo plazo y avanzar hacia el necesario cambio estructural de las economías de la región.

“Para retomar el crecimiento de mediano y largo plazo se requiere contar con políticas anticíclicas que no solo se centren en reducir las fluctuaciones del ciclo, sino también en modificar aquellas características específicas que influyen negativamente en el crecimiento y en la estructura productiva de los países de la región.

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