La violenta protesta del jueves en Sao Paulo contra el alza de tarifas del transporte terminó con 232 personas detenidas y un centenar de heridos en vísperas del inicio de la Copa Confederaciones de fútbol, informó a la AFP la policía militar este viernes.
La manifestación "convocó a unas 5.000 personas y terminó con 232 personas detenidas. Hubo 12 policías heridos", declaró a la AFP un responsable de prensa de la Policía Militar del estado de Sao Paulo.
Según la prensa local, unas cien personas resultaron heridas en la protesta, en la cual policías del batallón de choque fuertemente armados se enfrentaron a los manifestantes con gas lacrimógeno, bombas de humo y balines de goma.
El propio alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, criticó la actuación de la policía.
"El martes (en una protesta anterior), la imagen que quedó fue de violencia por parte de los manifestantes. Ahora, infelizmente, la imagen que quedó es de violencia policial", declaró Haddad a la prensa local.
En Rio de Janeiro, una de las seis sedes de la Copa Confederaciones que arranca el sábado, otra protesta contra el alza del precio del boleto de autobús se saldó con una veintena de detenidos y al menos dos heridos, un manifestante y un policía, alcanzados por piedras.
Otras manifestaciones contra el encarecimiento del transporte tuvieron lugar en Porto Alegre (sur), Curitiba (sur), Maceió (noreste), Natal (noreste). En Porto Alegre fueron arrestadas 23 personas y siete resultaron heridos, según la prensa local.
En Brasilia, 200 manifestantes del "Movimiento Sin Techo" que reclaman viviendas bloqueaban este viernes las vías de acceso al estadio mundialista de Brasilia, donde se inaugurará el sábado la Copa Confederaciones, ensayo general del Mundial-2014.
Sao Paulo, la capital económica de Brasil, no es sede de la Confederaciones pero dentro de un año acogerá el partido inaugural de la Copa del Mundo.
Durante la protesta del jueves -contra el alza de 7% de los boletos de autobús, metro y tren (de 1,5 a 1,6 dólares)- céntricas avenidas fueron bloqueadas y varios autobuses destrozados, en un aumento de la violencia y la represión respecto a las tres manifestaciones anteriores en la capital paulista.
El diario Folha de Sao Paulo informó que siete periodistas de su staff fueron heridos, incluidos dos que recibieron balas de goma en el rostro.
Las protestas tienen lugar en momentos que Brasil experimenta un débil crecimiento económico e inflación, que han provocado una caída en la popularidad del gobierno de Dilma Rousseff.