Protesta podría afectar los diálogos: Garzón | El Nuevo Siglo
Viernes, 9 de Agosto de 2013

Esta protesta social, programada para el día 19 de agosto, por justa que sea, puede terminar siendo contraproducente con los esfuerzos que se están haciendo en La Habana, Cuba, dijo el vicepresidente Angelino Garzón.

Aquí el texto completo de la comunicación:

 

“En el momento en que el Presidente Juan Manuel Santos Calderón está dialogando a través de sus voceros con los voceros de la guerrilla de las Farc en La Habana, Cuba, buscando la firma de un acuerdo de paz que permita superar la pesadilla de la violencia en Colombia, un grupo de organizaciones sociales ha tomado la decisión de convocar, para el día lunes 19 de agosto, a un paro nacional agrario con el argumento de mejorar las condiciones para los campesinos colombianos.

La justeza de los propósitos, como son mejorar los precios para los productos agrícolas, rebajar los altos costos de los insumos y mayor control al contrabando, no se discuten. Aunque en honor a la verdad, debo decir que el Señor Ministro, por orientación directa del Presidente Santos, constantemente ha manifestado su disposición de diálogo social con los voceros de cada una de las organizaciones agrarias, lo mismo que su voluntad de dar pleno cumplimiento al acuerdo del 8 de marzo pasado firmado en Pereira, Risaralda, con los integrantes del Movimiento Dignidad Cafetera.

Esta protesta social, programada para el día 19 de agosto, por justa que sea, puede terminar siendo contraproducente con los esfuerzos que se están haciendo en La Habana, Cuba, para la búsqueda de un acuerdo de paz para Colombia, que es un propósito nacional que supera cualquier interés particular.

Como siempre, el deber del Gobierno Nacional será el de respetar la protesta social y a sus dirigentes.  El deber de éstos últimos, no con el Gobierno Nacional, sino con la población colombiana, será el de  garantizar que el paro del 19 de agosto no termine en bloqueos, hechos de violencia o tropeles con la policía que terminen contribuyendo a tensionar más la situación, desdibujarlo o darle nuevos argumentos a los que se oponen a la firma de un acuerdo de paz para Colombia o que le exigen a Juan Manuel Santos Calderón mano dura contra la protesta social y sus integrantes.

Esta realidad me recuerda lo que pasó en junio de 1985 cuando, en plenos diálogos de paz entre el gobierno de Belisario Betancur Cuartas, con las guerrillas de las Farc, del M19 y el EPL, la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, CSTC, de la cual yo oficiaba como Secretario General, junto con el sindicalismo no confederado, con la mejor intención, convocamos a un paro nacional para el 10 de junio de 1985, procurando mejores condiciones de vida para los trabajadores, pero nos olvidamos que lo fundamental, en ese momento, era el logro de la paz. Al final el paro resultó en un fracaso, contribuyó a tensionar mas la situación y a no favorecer el logro de la paz para Colombia.”