Llegó diciembre y arranca la época de los alumbrados navideños en todo el país. Sin embargo, este año hay alertas prendidas en torno a la urgencia de ahorrar energía, ya que el nivel de los embalses es muy bajo en algunas zonas, en tanto que está advertida una escasez de gas. Incluso, si no fuera porque el parque de las termoeléctricas trabaja al cien por ciento, el riesgo de un apagón habría asomado.
Bogotá y sus alrededores, cuyo suministro eléctrico e incluso de agua depende en gran parte del sistema integrado Chingaza, deben poner especial énfasis en el uso racional de ambos servicios públicos. No hay que olvidar que desde abril pasado la zona está sometida a un racionamiento preventivo del vital líquido.
La Administración Distrital tomó cartas en el asunto y por eso este año la Navidad se celebrará bajo criterios de sostenibilidad y ahorro, sobre todo en su alumbrado, uno de los más reconocidos y visitados en todo el país.
Apostando a fuentes de iluminación modernas y de bajo gasto, habrá una reducción del 63 % del consumo energético del alumbrado navideño respecto al año pasado. Todo ello acompañado de una extensa oferta cultural, turística y de entretenimiento en los lugares más emblemáticos de la ciudad y las localidades, del 7 al 23 de diciembre.
La meta de la Administración es bajar de 70.550 a 36.000 kilovatios hora el consumo del alumbrado público navideño, según lo explicó el alcalde Carlos Fernando Galán. Esta estrategia se coordinará también con el sector privado y productivo de la ciudad para que sus adornos sean ahorradores de energía.
La Administración Distrital destinará 2.662 millones de pesos para la iluminación este año, muy lejos de los 8.555 millones invertidos en 2020. Durante el mandato de Claudia López (2020-2023) se invirtieron 39.299 millones en iluminación. La alcaldía Galán planifica gastar mucho menos.