La premio nobel de la paz iraní, encarcelada en su país, instó ayer a la comunidad internacional a "salir del silencio y de la inacción" ante la opresión de las mujeres en Irán, dos años después el inicio del movimiento "Mujer, Vida, Libertad". "Pido a las instituciones internacionales y a las personas de todo el mundo que actúen", declaró Mohammadi en una carta desde la prisión de Ervin, cerca de Teherán, donde se encuentra detenida desde 2021. Hace dos años, el 16 de septiembre de 2022, la muerte en detención de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años arrestada por la policía de la moral iraní por presunto desacato del estricto código indumentario islámico, desencadenó una revuelta popular inédita en Irán que fue brutalmente reprimida por el poder. Precisamente ayer el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, prometió usar su poder para garantizar que la policía de la moral no "moleste" a las mujeres que no llevan el velo islámico, coincidiendo con el segundo aniversario del caso Amini.