El expresidente brasileño guardó silencio ayer durante su convocatoria ante la policía por su supuesta implicación en un "plan de golpe de Estado" contra el gobierno del izquierdista Lula Da Silva. El exmandatario de derecha defiende su inocencia y asegura ser víctima de una "persecución implacable". La audiencia ocurrió a solo tres días de una concentración callejera convocada en Sao Paulo para repudiar las acusaciones. Bolsonaro no prestó declaraciones, dijo su defensa, ratificando que "nunca fue favorable a ningún tipo de movimiento golpista". "El expresidente no teme nada porque no cometió ningún delito", afirmó el abogado.