Los rebeldes prorrusos imponen el terror en Ucrania, torturando y haciendo desaparecer a numerosos opositores, reales o imaginarios, denunció el miércoles en Ginebra el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

"El principal problema está en el este del país, en las zonas controladas por los grupos armados. Tenemos una situación donde reina el miedo, si no el terror, para quienes se encuentran allá" dijo a los periodistas Gianni Magazzeni, encargado de un informe sobre la situación en Ucrania por la oficina del Alto Comisionado.

Desde la ofensiva lanzada en abril contra los rebeldes por las autoridades ucranianas para intentar retomar el control de las zonas que ocupan, al menos 356 personas han muerto, según el responsable de la ONU.

Este balance incluye a 86 militares ucranianos, entre ellos 49 que perdieron la vida al ser abatido, por los rebeldes, un avión de transporte militar el 14 de junio.

En Donetsk y en el bastión rebelde de Lugansk, 222 personas han sido retenidas o secuestradas, incluidos miembros de la OSCE, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, indicó el responsable de Naciones Unidas.

Al menos cuatro personas fueron ejecutadas de forma sumaria, y 137 fueron puestas en libertad, añadió. Se está sin noticias de otras 81 personas.

"Algunos de los que fueron liberados hablan de violencias, de privación de sueño, de condiciones precarias o inhumanas (...)" relató el responsable.