El ejército ucraniano aseguró que controla los accesos a las ciudades de Donetsk y Lugansk, bastiones de los separatistas prorrusos en el este del país, pese a las presiones de los países europeos para que Kiev declare una tregua.
El presidente francés François Hollande y la jefa del gobierno alemán Angela Merkel tenían previsto realizar una conferencia telefónica con el presidente ucraniano Petro Poroshenko el miércoles para instarlo a buscar una solución diplomática al conflicto.
En los últimos días, el presidente de Ucrania se ha centrado en la ofensiva militar gracias a la cual ha recuperado varias ciudades que estaban en manos de los separatistas.
Lugansk parecía desierta a finales de la mañana, con poca circulación. Se escuchaban regularmente disparos de artillería, principalmente provenientes del norte. El ayuntamiento anunció tres muertos y cinco heridos en las últimas 24 horas.
En el barrio de Kamenibrodsky, en el norte de la ciudad, un puesto de control separatista había sido desertado. "Nos están bombardeando con aviones, cañones", protesta Olga, de 48 años, que vuelve a su casa junto a su esposo Eugueni, de 54 años, y su hijo Oleg, de 8 años.
"¿Cómo pueden decir que somos terroristas? Lo único que queremos es una federación, pero aquí hay un exterminio en curso, sólo porque queremos hablar ruso", añade esta mujer.
La situación era más tranquila en Donetsk, con los comercios y el transporte público funcionando con normalidad. No se informó de ningún movimiento de tropas de Kiev hacia las posiciones rebeldes.
"Estamos a 20 km de Donetsk", afirmó sin embargo el miércoles en Slaviansk el ministro del Interior ucraniano Arsen Avakov.
- "Muy pronto en Donetsk" -
En Donetsk, el líder rebelde Igor Strelkov dijo en una entrevista que la ciudad no estaba preparada para un posible ataque con tanques de Kiev y que necesitaría movilizar a entre 8.000 y 10.000 hombres para detener el avance del ejército.
El presidente Poroshenko prometió el martes durante una visita a Slaviansk, ex bastión insurgente, que pronto se liberarían las ciudades de Donetsk y Lugansk.
Interrogado sobre la fecha en la que el mandatario podría visitar las otras dos grandes ciudades que todavía están bajo el control de los separatistas, respondió: "Creo que muy pronto".
"La pelota no está hoy en el campo ucraniano", explicó Valeri Tchaly, consejero de política extranjera de Poroshenko. "Ucrania ha hecho todo para llegar a una solución negociada, pero no hubo respuesta adecuada de la otra parte", agregó.
"No pueden haber negociaciones oficiales con terroristas, es inaceptable, pero el grupo de contacto, con la participación de la OSCE, (el embajador ruso) Zurabov y (el expresidente ucraniano) Léonid Kutchma, está listo para seguir las consultas", añadió.
- Nuevo esfuerzo diplomático -
Las condiciones de Kiev suponen un rechazo implícito de las propuestas de negociación de las potencias europeas y de Rusia que abogan por un alto el fuego.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov insistió el miércoles en la necesidad de instaurar un cese el fuego sin condiciones. "Hay que eliminar todos los últimatums, todas las condiciones previas", subrayó.
Pero, para Kiev, un cese el fuego sin condiciones sólo serviría a los rebeldes para rearmarse.
El miércoles está prevista una entrevista telefónica entre Poroshenko, Merkel y Hollande para buscar una solución diplomática a la crisis.
Paralelamente, la tensión entre Kiev y Moscú aumentó tras el confuso anuncio de Rusia del arresto de una piloto ucraniana, a la que acusa de ser responsable de la muerte de dos periodistas rusos que perdieron la vida en junio en el este de Ucrania, por haber indicado a las fuerzas ucranianas el lugar en donde los reporteros se encontraban.
Según Moscú, Nadia Savtchenko entró a Rusia haciendo pasar por una refugiada que huía de los combates. Pero Kiev, asegura que la mujer fue secuestrada por los separatistas, quienes la entregaron a los servicios especiales rusos que la sacaron del país, y pide su regreso inmediato.