El emisario internacional para Siria, Kofi Annan, anunció haber logrado un acuerdo con el presidente Bashar al Asad sobre un nuevo "enfoque" que propondrá a los rebeldes con miras a poner fin a la violencia que causa estragos en el país.
El mediador, que reconoció dos días antes el fracaso de su plan de seis puntos para salir de la crisis, no detalló el contenido del acuerdo, pero dijo que lo someterá a los rebeldes que combaten al ejército.
Annan dijo a la prensa en Damasco que la reunión con el presidente sirio fue "franca" y "constructiva".
"Hemos hablado sobre la necesidad de poner fin a la violencia y los medios para lograrlo" y "nos pusimos de acuerdo sobre un enfoque, que voy a compartir con la oposición armada", agregó Annan.
El diario sirio cercano al poder Al Watan había revelado que el encuentro se centraría en cómo aplicar la idea de transición política sugerida por Annan y aprobada por el grupo de acción sobre Siria en Ginebra el 30 de junio.
La idea prevé la formación de un gobierno de transición que reúna a representantes del régimen y de la oposición, sin mencionar la salida de Asad. La comunidad internacional diverge sobre su interpretación, puesto que Estados Unidos considera que abre la vía a la era "post-Asad", y Rusia y China, aliadas de Damasco, reiteran que son los sirios los que deben definir su futuro.
El presidente ruso Vladimir Putin abogó de nuevo este lunes por una "solución política pacífica" en Siria, rechazando "cualquier injerencia por la fuerza desde el exterior".
Poco antes, el portavoz del ministerio sirio de Relaciones Exteriores, Jihad Makdesi, había indicado en Twitter que la reunión entre Annan y Asad fue "constructiva".
"La implementación del plan de seis puntos estuvo en el centro de las discusiones en las que también abordaron la forma de salir adelante", indicó Makdesi en referencia al proyecto del emisario, que no ha sido aplicado.
El mismo día, en Moscú, uno de los principales líderes de la oposición siria, Michel Kilo, llamó a contribuir a "la estabilización de la situación" en su país.
Antes de la reunión de Annan con el presidente sirio, la oposición criticó la visita del mediador a Damasco, al considerar que el fracaso de su misión hacía necesaria una acción internacional urgente "bajo el capítulo VII" de la carta de la ONU que obligaría al régimen a poner fin a la represión.
El régimen de Asad trata de aplastar desde hace casi 16 meses una protesta que se militarizó poco a poco. Represión y combates han causado más de 17.000 muertos en el país, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG opositora radicada en el Reino Unido.
Tras su visita a Damasco, Annan viajará a Teherán el lunes por la tarde, según la prensa iraní.
El plan Annan estipula, además del fin de la violencia, un diálogo político, el envío de ayuda humanitaria hacia las zonas afectadas por los combates, el fin de las detenciones arbitrarias, la libertad de circulación para los periodistas y la libertad de asociación y derecho a manifestarse pacíficamente.
Pero la violencia se ha intensificado desde la entrada en vigor oficial el 12 de abril del alto el fuego previsto por Annan, con cerca de 6.000 muertos en ese periodo, según el OSDH.
El lunes, murieron 14 personas, incluidos 11 civiles, en los bombardeos en Idleb (noroeste).
En Al Qusayr, un bastión sirio rebelde cerca de Homs (centro), las tropas del régimen han comenzado a primeras horas de la tarde un intenso bombardeo contra la localidad, que lleva tres meses bajo fuego de artillería.
En esta ocasión las tropas no han esperado al anochecer. "Cuando atacan por la mañana su objetivo es causar el mayor número de víctimas civiles posibles, saben que a esta hora la gente está en la calle", afirmó a la AFP Husein, uno de los activistas locales.
El régimen dice combatir "grupos terroristas" financiados por el extranjero con el objetivo de sembrar el caos en el país.
El domingo, Asad acusó a Estados Unidos de ofrecer "protección y apoyo político" a los rebeldes "para desestabilizar a Siria", en una entrevista en la televisión pública alemana ARD.
La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton llamó a una transición política en Siria y acusó al régimen sirio de hacer pocos esfuerzos por la paz.
La marina siria siguió las maniobras iniciadas el fin de semana, lanzando misiles para "simular una defensa en caso de ataque sorpresa desde el mar", según la agencia oficial Sana.