ANÁLISIS
¿Juegos de palabra?
1. NO HAY NADA CONCRETO:aunque Gobierno y Farc hablen de una posible “suspensión” o “pausa” en la negociación, se trata de afirmaciones por fuera de la Mesa. Por lo tanto, no hay nada oficial al respecto. Es más, ha sido el propio Santos quien ha insistido en que no hay que “pararle bolas” a lo que se dice por fuera de la mesa, pues lo importante es concentrarse en la agenda. Además, es claro que si hay una pausa en la negociación, el proceso ya le quedaría al siguiente Gobierno, pues la segunda vuelta presidencial es en junio, a mes y medio del relevo en la Casa de Nariño o de la posesión de un presidente reelecto.
2. 18 DE NOVIEMBRE, FECHA LÍMITE: por tiempos legales en diciembre comienza el grueso de la campaña electoral. Y para ello todavía faltan casi dos meses. En realidad la fecha que debe preocupar es el 18 de noviembre, pues Santos dijo que ese día el proceso debía dar resultados concretos. Es decir, que sólo 7 días antes de la fecha límite (25 de nov.) para que el Presidente diga si buscará la reelección, se sabrá la suerte del proceso de paz. Así, pensar en qué pueda pasar en diciembre, enero o después, es simple especulación.
3. ¿RESULTADOS CONCRETOS?Santos dijo que el 18 de noviembre la Mesa debe dar resultados concretos ¿Qué significa esto? Nadie lo sabe, pues la Mesa apenas si va en el segundo punto de la agenda y no acordará los tres restantes en menos de un mes y 10 días. ¿Se daría, entonces, un reporte parcial de lo acordado hasta ese momento? Puede ser, ya que ello permitiría a la opinión pública saber que no se está perdiendo el tiempo en La Habana. Sin embargo, no hay que olvidar que se negocia bajo la premisa de “que nada está acordado, hasta que todo esté acordado”. De allí que los acuerdos parciales que se informen sólo servirán para asegurar un nuevo margen de apoyo popular, político, social e institucional al proceso, nada más.
4. SIN REFERENDO POR LA PAZ: es claro que si el proceso se llega a suspender mientras la etapa electoral, entonces ya no habría citación a votar un referendo por la paz en los comicios de Congreso o presidenciales, puesto que ese mecanismo está previsto para que la ciudadanía diga sí o no a lo que se acuerde con las Farc. Al estar congelada la mesa, pues no hay negociación y tampoco acuerdo. Incluso, hay quienes ayer advertían que congelar el proceso sería evidenciar que la expectativa de reelección presidencial está claramente atada a lo que pase en La Habana, ahora ya no antes de diciembre o enero, sino después de junio.
Revuelo por posible “pausa” con Farc
La posible suspensión de los diálogos de paz entre el Gobierno y las Farc para no interferir con el proceso electoral del próximo año generó controversia en diferentes sectores políticos.
Aunque no es la primera vez que se menciona esa posibilidad, lo cierto es que esta semana ambas partes pusieron, indirecta o directamente, el tema sobre la mesa.
El martes el presidente Santos dijo a los miembros del Partido de La U que tenía tres opciones frente al proceso de paz: levantarse de la mesa, suspender la negociación mientras la campaña electoral o seguir discutiendo hasta que se logre un acuerdo. Horas más tarde pareció dar un paso atrás, al indicar que el proceso debía mantenerse y que, incluso, llamaba a las Farc para que el 18 de noviembre (cuando se cumple un año del proceso) ya hubiera resultados concretos de las tratativas.
Ayer el turno le correspondió a las Farc, que si bien descartaron levantarse de la mesa se declararon dispuestas a aceptar una “pausa” en las negociaciones mientras las elecciones de 2014.
“Por lo que se refiere a las Farc estamos atornillados (a la mesa de diálogo) hasta que firmemos un acuerdo del fin del conflicto”, dijo en La Habana alias Andrés París, negociador subversivo.
Recalcó que “las Farc nunca en los procesos anteriores (...) ha abandonado las mesas (de conversaciones); siempre han sido los gobiernos los que se han retirado, y ésta no será la excepción".
París expresó que la organización insurgente estaría dispuesta a aceptar una “pausa” durante las elecciones de 2014 como han sugerido algunos sectores políticos. “Si se requiere una pausa estaríamos dispuestos, pero no como una acción unilateral (...), pero hasta ahora oficialmente en la mesa no se nos ha planteado esta iniciativa”, dijo. “Condicionado a los intereses supremos de la paz, estamos dispuestos a abordar las diferentes propuestas que se puedan expresar por parte del campo oficial, pero requerimos que eso sea consensuado, lo que implica que previamente sea presentado a la delegación de las Farc en el marco de la mesa”, añadió.
“Para el día de hoy (ayer) tenemos suficiente material en la comisión de texto que permite anunciarle al pueblo colombiano que por lo que tiene que ver con la delegación de las Farc, hemos avanzado con bastante celeridad”, dijo.
"Ojalá pudiéramos para esta fecha (el 19 de noviembre, al cumplirse un año del inicio de las pláticas) cerrar el punto de participación política (actualmente en discusión) o si se quiere todos los puntos de la agenda”, agregó.
Reacciones
Los partidos y voceros políticos dividieron opiniones frente a una “pausa” en el proceso.
El senador de La U -aunque claramente uribista-, Juan Lozano, calificó la idea como peligrosa. “El Presidente abre un compás peligroso al contemplar aplazamientos y dilaciones. Si hay voluntad de paz, que se vean los hechos y que no sigan esta indefinición mientras mueren colombianos”, expresó.
Incluso, a través de su cuenta en twitter, dijo que “se equivoca Santos lanzando confusos globos sobre proceso de paz. Improvisar con la suspensión de diálogos durante elecciones es muy peligroso”.
Lozano aseguró que no se puede seguir dilatando el diálogo mientas la guerrilla sigue reclutando niños y atentando contra los colombianos.
Otro dirigente uribista, el también senador Juan Carlos Vélez, aseguró que cuando el Presidente consulta esta posibilidad, es porque está pensando levantarse de la mesa.
“Creemos que cuando el Presidente Santos consulta si debe continuar o no el proceso de paz, es porque seguro está pensando levantarse de la mesa”, indicó.
Pero esas dos no fueron las únicas voces críticas. Una de las posiciones más radicales es la del copresidente de La U, Aurelio Iragorri Hormaza, para quien el Gobierno debe romper los diálogos de forma inmediata ante la falta de resultados.
“Mi posición ha sido una, no de suspender, sino de romper, yo no creo en los señores que están negociando en La Habana por parte de la Farc”, dijo el senador a Blu Radio.
Optimistas
No obstante otros sectores de la colectividad fueron más optimistas al descartar una pausa de los diálogos. “El Presidente no ha anunciado ninguna suspensión de los diálogos de paz. Ojo con comentarios imprudentes. Sólo examinó escenarios posibles”, afirmó el martes el expresidente del Congreso Roy Barreras.
Señaló que “el Presidente en reunión con La U sigue estimulando apoyo al proceso. No ha dicho que suspenderá diálogos. La bancada por mayoría apoya paz”.
De otra parte, para Armando Benedetti no hay inconvenientes en seguir los diálogos en medio de las elecciones. “Cuál es el problema que se sigan los diálogos en las elecciones si el Gobierno no ha hecho cese el fuego, no ha despejado el territorio, las cosas siguen igual”.
El congresista recordó la pausa que hubo en los diálogos con las Farc en el gobierno de César Gaviria, los cuales no se reiniciaron. “Recuerde que en los diálogos de Tlaxcala (México), no hubo nada para que se rompieran los diálogos, lo que se hizo en el Gobierno Gaviria fue una pausa que no se volvió a reanudar”, enfatizó.
Para el senador es muy posible que a finales de año se firmen unos acuerdos parciales, al tiempo que descartó intereses políticos del Jefe de Estado con miras a las elecciones. “Entiendo es que se va a llegar a unos compromisos firmados y a partir de ahí se comenzarán a desarrollar, y creo que estarán inmersos en la campaña. Por otro lado, creo que el Presidente no ha hecho cálculos políticos con el tema de la paz”.
Más visiones
Frente a la posibilidad de una “pausa”, los partidos Liberal, Conservador y Polo respaldaron la continuidad de los diálogos, aunque con visiones distintas.
Para el director del liberalismo, Simón Gaviria, es muy temprano para aplazar las conversaciones. : “Creo que aún es muy temprano para llegar a esa determinación”. Dijo que se debe agotar los mecanismos del plan original. “Agotar el proceso como se diseñó originalmente, esperar que avance y en su momento tomar determinaciones”, agregó.
Admitió que es lógico que haya preocupaciones porque ya se está llegando el momento de determinaciones y se espera que se entienda que es el momento de llegar a la paz, “porque la ventana de la paz se puede cerrar durante algún tiempo”.
A su turno, el presidente del Directorio Nacional Conservador, Omar Yepes, aseguró que hay que persistir en el diálogo en la medida que se vea viable un acuerdo. “Eso lo analizará el propio Gobierno por medio de sus delegados en La Habana. Si las Farc van a dilatar y a dilatar el proceso, creo que no vale la pena. Y si se les ve una real voluntad de llegar a una solución, creo que se debe persistir”, dijo.
Yepes indicó que lo se espera es que Santos tenga preocupaciones de Estado y no preocupaciones electorales. “Cuando se quiere, se puede; y no hay que colocarle talanqueras para dilatar el proceso”, precisó Yepes.
Jorge Robledo, senador del Polo y vocero de la colectividad en la cámara alta, anotó que su partido siempre ha estado apoyando el proceso de paz. “Nosotros pensamos que el Gobierno debe seguir haciendo esfuerzo por mantener el proceso y que termine con éxito. Insisto en que se deben hacer esfuerzos de mantener el proceso y para que termine lo más pronto posible”, dijo.
Reiteró que “nosotros siempre hemos dicho no a la lucha armada y sí la solución negociada. Y haremos votos para siempre salga bien”.
RECUADRO 1
TITULO: Otros partidos
El presidente Santos dijo el martes que hizo consultas con legisladores y dirigentes políticos sobre la conveniencia de continuar las pláticas de paz con las Farc, iniciadas en noviembre de 2012, y la mayoría estuvo de acuerdo en continuar con la condición de que haya avances.
Santos contó que en sus consultas con políticos “la mayoría decían: Hay que seguir, pero depende. Y todos me hicieron la pregunta: Depende de cuánto se avance, depende de que se mantenga la credibilidad en el proceso, de que realmente haya voluntad de llegar a un acuerdo final”.