Un impuesto a las plataformas digitales, como Uber y Cabify, hace parte de la propuesta de regulación presentada en las últimas horas.
El impuesto propuesto por Cabify ante siete entidades del Estado también se cobraría nominalmente a los taxistas, pero a estos el valor se les cruzaría con lo ya pagado por concepto de cupo.
La propuesta fue radicada por Cabify a través de un derecho de petición ante el Ministerio de Transporte, la Presidencia de la República, la Superintendencia de Puertos y Transporte, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), la Procuraduría General de la Nación, la Comisión Sexta del Senado de la República y la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes.
“Mantenemos nuestra disposición y compromiso para lograr, en conjunto con las entidades correspondientes, una regulación clara, viable y que, sobre todo, ponga en primer lugar al usuario que ha sido, en última, el verdadero afectado por el vacío legal en el que nos tienen a las plataformas digitales”, aseguró Camilo Sarasti, director general de Cabify.
Sarasti agregó que “hemos presentado ante siete entidades una propuesta para regular el servicio de transporte individual de pasajeros. Esperamos que exista la voluntad política para evaluar esta alternativa y sentarnos juntos a dialogar y ejecutar”.
Mediante un comunicado, Cabify precisó que la propuesta comprende cinco puntos críticos con los que esperan sean puestos en igualdad de condiciones todos los actores del sector (taxistas y plataformas digitales). Ahora, para que ella sea viable, se deberá aprobar un impuesto de rodamiento que se cobraría en cada trayecto y que contribuirá al desarrollo de obras de infraestructura para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
A continuación, los puntos clave de la propuesta hecha por Cabify:
1. Creación de un impuesto de rodamiento para apps y taxis. En cada uno de los trayectos realizados por medio de taxis o servicios de transporte vía plataforma tecnológica se destinará un 0,5 por ciento del valor de la carrera a un impuesto de rodamiento que será de manejo y administración exclusiva del Estado.
2. El cupo que ya tienen los taxistas pasará a ser un crédito al impuesto de rodamiento. Entendemos que una de las principales razones por las que las plataformas tecnológicas no son bien vistas ante los ojos del gremio de taxis es la no posesión de un cupo por vehículo inscrito. Proponemos entonces: 1) Determinar y unificar un valor estándar para ese patrimonio que poseen los taxistas (el valor de un cupo legalmente es de aproximadamente quinientos mil pesos, sin embargo, el valor comercial en el mercado es de casi cien millones de pesos). 2) Asignar a cada taxista un crédito por el mismo valor que se estandarice por concepto del cupo. Es decir, inicialmente los taxistas no deberán pagar este impuesto de rodamiento sino que estarán exentos hasta que la contribución que tendrían que haber hecho iguale al valor del cupo.
3. Inversión en obras de infraestructura. El dinero recaudado como impuesto de rodamiento a plataformas tecnológicas y taxistas será invertido en obras de infraestructura que mejoren la calidad de vida de los habitantes de las ciudades en las que sea recolectado dicho impuesto.
4. Requisitos mínimos para operar (conductor y vehículo). Se establecerán unos requisitos mínimos obligatorios que deberán cumplir todos los conductores que presten servicio y sus respectivos vehículos. El conductor deberá presentar licencia de conducción tipo C1. Serán las plataformas tecnológicas las encargadas de hacer cumplir los requisitos.
5. Competencia administrativa y supervisión. Se definirá el alcance y competencia de entes como el Ministerio de las TIC y el Ministerio de Transporte. Se definirá con total transparencia y taxatividad el alcance de la Superintendencia de Puertos y Transporte en materia digital. Tanto empresas digitales y transportadoras, como empresas contratantes y ciudadanía en general, requieren saber con claridad qué entidades los supervisan y bajo qué reglas de juego, ojalá innovadoras, deben realizar sus actividades.
“Esperamos que nuestra propuesta sea tenida en cuenta y logremos, por fin, sentarnos todos los involucrados y regular en torno a las necesidades de nuestros usuarios y considerando el gran parque automotor del que ya dispone el país y por el que, consideramos, no se debería promover el aumento del mismo con los llamados taxis de lujo”, concluyó Sarasti.
De otra parte, una semana después de que Supertransporte ratificara la multa impuesta a Cabify por valor de 516 millones de pesos, el directivo asegura no haber recibido una notificación oficial y directa.
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