El enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, sugirió al Consejo de Seguridad de la ONU imponer un embargo de armas con destino a todos los combatientes en Siria, dijo este miércoles un responsable de la ONU.
"Reiteró el llamado del Secretario general (Ban Ki-moon) a detener el flujo de armas con destino a los dos bandos en Siria e invitó al Consejo a considerar un embargo a las armas", dijo el secretario general adjunto para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, refiriéndose al discurso de Brahimi ante el Consejo de Seguridad sobre la situación en Medio Oriente.
Brahimi "destacó la necesidad de alcanzar una solución política fundada en el comunicado de Ginebra", que establece principios para una transición política en Siria, y "alertó contra la militarización y radicalización creciente en el interior de Siria", agregó Feltman.
El Consejo de Seguridad continúa dividido sobre la crisis siria. Rusia y China bloquean todas las iniciativas occidentales para presionar a Damasco, desde el inicio de la crisis, en marzo de 2011. Se cree que Irán arma al régimen de Asad, mientras que países del Golfo como Arabia Saudita y Catar son acusados por Damasco de abastecer con armas a los opositores. Europeos y estadounidenses se resisten al suministro de armas para ayudar a los rebeldes en los combates contra el régimen.
De momento, sólo Londres y París impulsan esta medida, sobre la que debería tomarse una decisión antes del 1 de junio, fecha en la que se prevé reanudar o modificar el régimen de sanciones contra Siria.
Feltman dijo que Damasco no ha autorizado aún el envío de un equipo para investigar acusaciones sobre ataques con armas químicas.
El conflicto sirio se inició hace exactamente dos años, con una sublevación duramente reprimida por el régimen. Según datos de la ONU, dejó hasta el momento unos 70.000 muertos y provocó el exilio forzado de un millón de personas.