El sector financiero internacional pidió internacionalizar el peso colombiano con el fin de obtener los beneficios de una mayor flexibilidad del régimen monetario del país y analizó los beneficios para Colombia, y la economía global, de una mayor internacionalización de su moneda e incluye propuestas políticas y monetarias además de un detallado análisis con la evaluación de los posibles impactos.
En un estudio realizado por el Oxford Bussines Group, OBG, se indica que “Colombia es una economía abierta en expansión, con una importante exposición comercial en el intercambio de productos básicos, que se beneficiaría de una mayor internacionalización gradual de su moneda. Dicha decisión favorecería el acceso al crédito y reduciría su costo evitando los flujos especulativos entre otros beneficios”, afirmó Paulius Kuncinas, editor jefe responsable del proyecto de investigación.
Las recomendaciones clave que señala el informe titulado en inglés ‘Internationalisation of the Colombian Peso’ incluyen, en primer lugar, que el Gobierno y el Banco de la República de Colombia comuniquen públicamente que la meta a largo plazo es que el peso colombiano sea una moneda completamente convertible e intercambiable más allá de Colombia.
La segunda recomendación principal que publica el informe de OBG es que el Banco Emisor permita a un grupo selecto de bancos internacionales ofrecer a sus clientes cuentas en pesos, siempre sujeto a ciertos límites.
“Nosotros vemos los ejemplos de otros países, como México, que han adoptado esta política monetaria con sus monedas. Dichos países son ejemplos de que una mayor internacionalización podría ayudar a Colombia a diferenciarse de otros países emergentes, al posicionarse en una categoría de menor riesgo debido a la facilidad de mover el capital y el mejor acceso a la liquidez del mercado local”, explicó Kuncinas durante la presentación del informe de consultoría.
La lógica de una mayor liberalización es para facilitar una mayor inversión extranjera y reducir los costos del capital y comerciales, además de ayudar a disminuir las presiones de liquidez. “Somos conscientes de que, ahora mismo, el principal problema no es la liquidez, sino el poder manejar la volatilidad. Esta es la razón por la que recomendamos que el camino hacia una liberalización más profunda sea gradual, bien estructurado y desarrollado”, dijo Kuncinas.