Con estudios técnicos catalogados como bien hechos, la propuesta de cobros por congestión ha naufragado dos veces en el Concejo de Bogotá.
El cabildo no le aprobó esos proyectos de acuerdo a Gustavo Petro con el argumento de que los incluyó en reformas tributarias, pero en realidad el revés simplemente obedece a que careció de las mayorías en el legislativo distrital.
Mientras el Concejo de Bogotá estudia el polémico proyecto de acuerdo del presupuesto 2016, el mandatario radicó por tercera vez el proyecto que establece el cobro de peajes a quienes transiten por las vías más congestionadas de la ciudad.
La iniciativa tampoco sería aprobada en esta ocasión porque, además de no contar Petro con suficientes amigos en el Concejo, no contaría con tiempo requerido para el trámite.
EL NUEVO SIGLOpudo establecer que la mayoría de los concejales y expertos en transporte apoya la iniciativa del cobro por congestión, considerando que se debe implementar en Bogotá al igual que en otras ciudades del mundo donde existe hace varios años.
Uno de los argumentos de la administración para presentar el proyecto de acuerdo es que la medida puede contribuir a reducir los niveles de ocupación vial que actualmente se presentan en la capital del país.
Para sustentar el impacto de los cobros por congestión la administración tiene estudios adelantados por los técnicos especializados de la Secretaría Distrital de Movilidad y realizados por la firma Steer Davies Gleave-Posse Herrera Ruiz-Akiris.
El objetivo principal del cobro por congestión en Bogotá es la reducción de los tiempos de viaje en la ciudad, medida que se puede adoptar ya que los tiempos de viaje son muy largos en las horas pico debido al alto tráfico que se ha ido extendiendo en el tiempo en los últimos años. Es natural que con los aumentos esperados del número de automóviles en la ciudad la congestión y estas demoras sigan aumentando.
En la exposición de motivos, el Distrito plantea que teniendo en cuenta la importancia de tomar medidas a corto, mediano y largo plazo para mejorar la movilidad en la ciudad, se presenta el proyecto al Concejo de Bogotá para adoptar la tasa por uso y darle vía libre como una de las medidas que contribuirán al mejoramiento de la movilidad de la ciudad.
El cobro por congestión aspira a controlar esta tendencia mediante la internalización de las externalidades de congestión, es decir, el costo marginal social de viajar en carros en distintas vialidades de la ciudad. La forma ideal de internalizar este costo es cobrar en cada tramo una tarifa que corresponda al costo marginal social, el que variará en el tiempo con los flujos correspondientes, con el propósito de reducir la congestión en algunos sectores de la ciudad y no el recaudo de dinero.
Resulta que en 2012, Bogotá fue beneficiaria del Acuerdo de Entendimiento firmado entre el Gobierno nacional y el Gobierno de Singapur para el desarrollo del artículo 90 de la Ley 1450 de 2010. Dentro del marco de este Acuerdo la Secretaría Distrital de Movilidad, el Ministerio de Transporte y las firmas CPG y CSE de Singapur realizaron una aproximación conceptual del Proyecto de Cobros por Congestión para Bogotá, lo cual permitió tener un documento preliminar de análisis sobre las medidas de administración de demanda de transporte en la ciudad y las posibilidades de implantar una medida como la de los cobros por congestión en la ciudad.
Para Juan Pablo Bocarejo, quien era director del proyecto, en su momento señaló que el estudio adelantado por el consultor es “excelente” ya que uno de los asesores internacionales afirmó “que él había visto pocos estudios tan completos y serios sobre la problemática de los cobros por congestión en el mundo”. Según Bocarejo, es muy satisfactorio tener unos estudios técnicos de tan buena calidad.
Igualmente el director del proyecto asevera que la medida de cobros por congestión es muy importante. “Nosotros terminamos subsidiando el automóvil”, explicó, anotando que “es el modo de transporte más ineficiente que tenemos”. Según él, “las personas que deciden utilizar el automóvil en las zonas congestionadas están haciendo perder dinero a la ciudad en términos de productividad”.
Lo bueno y positivo de esta medida es que cierto número de automovilistas se bajen del carro porque es más costoso utilizarlo, afirmó Bocarejo.
El 11 de diciembre, el Ministerio de Transporte expidió el Decreto 2883 de 2013 por medio del cual reglamentó los requisitos, condiciones y demás aspectos relevantes para la definición, implementación, modificación o derogación de áreas de alta congestión, de alta contaminación, o de infraestructura construida o mejorada para evitar congestión urbana.