Tratar de repensar el camino a seguir y que conduzca a cambios positivos en el modelo cafetero, propuso el presidente Juan Manuel Santos a los productores en la inauguración del Congreso Nacional que llegó a su versión número 80.
El mandatario afirmó que este punto hace parte de los retos que le esperan al sector para mantener altos estándares de productividad.
Santos insistió en que “es imperioso mantener una estructura de edades de las plantaciones adecuada mediante un ritmo de renovaciones por siembra y soca que asegure que el esfuerzo de los últimos años se mantenga en el tiempo”.
Es así que es fundamental encontrar nuevas formas de proteger el ingreso de los productores, agregó al insistir en que el Gobierno nacional viene impulsando decididamente el seguro agropecuario.
“Vamos a acabar este año con el doble de área cosechada asegurada frente al año pasado. Ahora esperamos que los esfuerzos que se vienen dando desde hace más de un año para sacar adelante el seguro climático cafetero den sus frutos gracias a la estrecha colaboración entre la Federación de Cafeteros, el Ministerio de Agricultura, Finagro y el BID”, dijo.
Sostuvo que el café colombiano debe contar con reconocimiento en nuevos mercados. Los países en desarrollo con una población amplia que incrementa constantemente su poder adquisitivo representan un inmenso potencial.
Recordó que desde 2010 hasta 2014 se han entregado en apoyos a los caficultores más de 2 billones y medio de pesos. De ellos, los programas más relevantes por su cuantía han sido el de Protección al Ingreso del Caficultor –PIC–, con recursos entregados por cerca de 1 billón y medio de pesos, y el Incentivo a la Capitalización Rural –ICR–, con cerca de medio billón de pesos.
En el mismo periodo hemos desembolsado más de 2,7 billones de pesos en créditos de Finagro, que han llegado a los productores gracias al respaldo del mismo gobierno a través de las garantías del Fondo Agropecuario de Garantías por $1,7 billones.
También pidió mirar con otros ojos los estudios realizados por la Misión Cafetera Rural, ya que “deberán recibirse con la mayor amplitud de pensamiento y disposición”.
Estas recomendaciones “no son ni pueden ser imposiciones, pero sí deben generar reflexiones profundas que conduzcan a cambios positivos en el modelo cafetero. Porque todas las instituciones, sin excepción –y yo soy el primer defensor de ellas–, deben acoplarse a los nuevos tiempos”.
Insistió en que los investigadores que trabajan en ella cuentan con extensos reconocimientos académicos y gran trayectoria, y vienen de diversos orígenes: hay representantes de los productores, de los exportadores, la institucionalidad, la Dignidad Cafetera, historiadores, economistas y expertos en medio ambiente.
A su turno, el presidente del Congreso de Cafeteros, Iván de Jesús Arango Arcila, argumentó que es necesario promover la creación de un Fondo de Estabilización de Precios, con destinación específica, en los términos establecidos en la Ley 101 de 1993 o Ley General de Desarrollo Agropecuario y Pesquero.
Si cuentan con un Fondo de Estabilización, “podríamos tener por fin una política de Estado que nos apoye durante los períodos de precios bajos y que nos brinde la tranquilidad que cada día necesitamos frente a este riesgo, para adaptar entonces nuestro trabajo con miras a una caficultura más competitiva, viable y sostenible”.
De otra parte, pero también consecuente con el planteamiento anterior, insistimos en la activación generosa de programas de incentivos o nuevas líneas de créditos blandos con disponibilidad inmediata que alivien y apoyen las deudas ya adquiridas de los cafeteros, o las nuevas pero con unas tasas y plazos manejables para los hombres del campo.