Un proyecto de ley que busca modificar la edad de retiro forzoso de algunos funcionarios públicos de la Rama Ejecutiva, Judicial y de los Organismos de Control se tramita en el Congreso.
La iniciativa modifica el artículo 31 de la Ley 2400 de 1968, que quedaría así: “Todo empleado que cumpla la edad de sesenta y cinco (65) años será retirado del servicio y no será reintegrado, salvo cuando se trate de ocupar los cargos de Magistrado de alguna de las Altas Cortes, Contralor de la República, Procurador, Defensor del Pueblo, Magistrado, Ministro, entre otros”.
Para el representante por Bogotá, Rodrigo Lara, de Cambio Radical, es necesario aprobar esta reforma a la ley actual, ya que hoy la expectativa de vida en Colombia ha aumentado de manera sostenida, y según datos del Banco Mundial, en 1968 la esperanza de vida al nacer para mujeres era de 58 años, mientras que para los hombres era de 55. En el 2012 estas cifras cambiaron y pasaron a 77 y 70 años respectivamente. Así mismo, el total de personas entre 65 y 60 años alcanzará en 2014 un total de 1.250.825, número que ascenderá a 1.604.139 individuos en 2020; con este panorama la población mayor se convierte y representa una fuerza potencial de trabajo que podría desempeñarse satisfactoriamente en el sector público.
Con esta iniciativa se busca que algunos funcionarios de los 65 años puedan seguir empleados, aporten su experiencia, conocimiento y se promueva la conciencia de su valor en el mercado laboral.
Una de las ponentes, la representante por Antioquia, María Margarita Restrepo, del Centro Democrático, presentó ponencia positiva por considerar que en Colombia no se puede desechar a quienes tienen mayor experiencia laboral.
“Creemos que hay que postergar la edad de retiro forzoso y hay carreras como la de los científicos, los profesores, los filósofos que definitivamente, es absurda y en ninguna parte del mundo obligan a que estas personas se retiren”, dijo.
Argumentó también que en Colombia se ha menospreciado la experiencia de la gente y en el mundo entero lo que se hace es todo lo contrario.
“En los Estados Unidos usted llega a las grandes empresas, los asesores son las personas mayores y la gente en Colombia se está jubilando muy joven y el potencial laboral que le puede aportar al país se está desperdiciando”, anotó.
Para Restrepo, el proyecto no es cambiar la edad de jubilación, es cambiar la edad de retiro forzoso.
Para el exsenador y copresidente de Opción Ciudadana, Édgar Espíndola, este proyecto tiene que ser bien estudiado porque puede haber personas que tienen 65 años pero les falta semanas de cotización.
Recordó que actualmente la edad de retiro forzoso para los hombres está en 62 años y para las mujeres en 58 años. Pero indicó que es positivo que las personas de edad puedan seguir trabajando a pesar de esta.
Esto quiere decir que todo empleado que cumpla la edad de 65 años será retirado del servicio y no será reintegrado, salvo cuando se trate de ocupar los cargos de Magistrado de alguna de las Altas Cortes, Contralor General de la República, Procurador General de la Nación, Defensor del Pueblo, Magistrado de Tribunal, Ministro del Despacho, Jefe de Departamento Administrativo, Superintendente, Viceministro, Secretario General de Ministerio o Departamento Administrativo, Presidente, Gerente o Director de Establecimiento Público o de Empresas Industriales y Comerciales del Estado, miembro de misiones diplomáticas no comprendidos en la respectiva carrera y secretarios privados de los despachos de los funcionarios de que trata este artículo.
Pero según la exposición de motivos de la iniciativa la expectativa de vida a nivel mundial ha experimentado grandes avances durante los últimos años. Este suceso demográfico se explica en gran parte por el mejor desempeño económico de los países desarrollados y en vías de desarrollo, los avances en materia social y el progreso en el ámbito de la salud y la medicina.
Y según un estudio desarrollado y que se argumenta en el proyecto del representante Rodrigo Lara las personas mayores de 65 años, que actualmente en Colombia representan el 17,3% de la población total y suman un total de 3.487.015 individuos, y lo que se estima es que para el 2015 puedan representar el 8,5% de toda la población colombiana, alcanzando las 4.328.580 personas.