“La salud y seguridad pública requieren una prohibición” de su de animales en los circos”: ponentes.
La prohibición del uso de animales de cualquier especie en espectáculos de circos itinerantes, sin importar su denominación, en todo el territorio nacional, comenzará a ser debatida pasado mañana en el Congreso.
La Comisión Quinta de la Cámara tiene agendada la discusión de la ponencia para primer debate del proyecto de ley número 52 de 2011 Cámara, “por medio del cual se prohíbe el uso de animales en circos itinerantes”, radicado en agosto por los representantes Augusto Posada, del Partido Social de Unidad Nacional (La U); Guillermo Rivera, Jimmy Sierra y Hugo Orlando Velásquez, del Partido Liberal; Alfonso Prada y Carlos Andrés Amaya, del Partido Verde; Hernando Hernández, del
Polo Democrático; Juan Carlos Salazar, del Partido de Integración Nacional (PIN); y Juan Diego Gómez, del Partido Conservador.
De acuerdo con el proyecto, se entiende por circos itinerantes cualquier espectáculo comercial en el que se presenten actos protagonizados por animales para el entretenimiento público, donde los animales son alojados en instalaciones móviles o ambulantes para el propósito de presentarse en más de una ubicación.
La ponencia fue coordinada por los representantes Hernández, Julio Gallardo (Movimiento de Integración Regional) y Rafael Madrid (Partido Liberal).
Los ponentes, en el informe que será considerado el miércoles por la Comisión, precisan como “el presente proyecto de ley pretende prohibir totalmente el uso de animales en espectáculos de circos itinerantes” y cómo “este tema ha tomado en las últimas décadas especial importancia alrededor del mundo, pues el especial interés que ha despertado el tema de los recursos naturales y en especial de los animales como seres sintientes, objetos de protección estatal se ha visto reflejado en legislaciones de diferentes rangos a nivel mundial”.
Para ellos, “la salud y seguridad pública requieren una prohibición de animales en los circos”.
“El circo temporal itinerante con uso de animales y la proximidad al público de estos a menudo peligrosos, preocupan ya que dichos establecimientos no pueden ser completamente seguros”, precisaron los congresistas.
De acuerdo con los legisladores, “a nivel mundial, todos estos circos itinerantes con animales son un peligro para la salud y seguridad pública, para sus empleados, algunos de ellos asesinados y mutilados por los animales, inclusive tigres, leones, elefantes han escapado de sus jaulas resultando muertas o lesionadas algunas personas”.
“En Colombia”, anotaron, “el 16 de abril de 2009, escaparon 2 leones del Circo Gigante Americano en el centro de la ciudad de Calarcá (Quindío); una de las leonas entró a una vivienda y puso en riesgo a una familia con niños que se encontraba adentro. La Policía duro más de 3 horas en capturar a estos animales”.
De otra parte, “la preocupación social por el uso de animales en espectáculos de circos es primordial, entre muchas organizaciones locales de protección animal en Colombia, porque el maltrato, aislamiento y hacinamiento a que están sometidos en ese ambiente que los separa de su hábitat natural son los fundamentos que sustentan nuestra iniciativa para la aprobación de esta ley, la cual traerá beneficios al Estado y a la sociedad en general”, según lo consignaron los ponentes en el informe.
“Específicamente”, dicen los legisladores, “el proyecto de ley no pretende vetar el funcionamiento de espectáculos circenses, sino únicamente una de sus categorías: los circos con animales es decir, ‘Sí a los circos, pero sin animales’. Así los derechos fundamentales al trabajo, de que trata el artículo 1° y 25 de la Constitución Política no se vulnerarán como tampoco la libre escogencia de profesión u oficio consagrado en el artículo 26 ibídem, puesto que los artistas circenses podrían seguir ejerciendo su actividad y cualquier persona podrá escoger su actividad recreativa de acuerdo a su profesión, con el único limitante que en el ejercicio de esta industria no se podrán utilizar animales, incentivando la propagación y difusión de espectáculos circenses en los cuales el talento humano y la creatividad artística sean el centro del espectáculo. La experiencia ha demostrado que ha sido un sector que sobrevive y florece sin el abuso y el sufrimiento de los animales, sin afectar asuntos de salud pública y seguridad ciudadana”.
“Hay fuertes beneficios económicos al cambiar a circos de solo humanos, debido a que se puede mantener la tradición e incrementar el empleo, erradicando el sufrimiento animal y se alivia al Estado de la carga económica para resolver asuntos de seguridad pública y aspectos del bienestar animal”, expresaron los congresistas.