Construcción de vivienda, nuevas vías como los anteriores proyectos de la Avenida Longitudinal del Occidente (ALO) o la prolongación de la Avenida Boyacá que afectaría los humedales Guaymaral-Conejera, no se podrán realizar en la forma en que se había pensado, según lo determinó el consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
En efecto, la prohibición de construcciones en las 1.395 hectáreas de la Reserva Forestal Regional del Norte del Distrito Capital “Thomas Van der Hammen” es uno de los aspectos centrales del Plan de Manejo Ambiental.
Dicho plan, para la zona ubicada al norte de Bogotá y que cubre sectores como Guaymaral, Corpas y Suba, incorpora, entre otros componentes, la zonificación ambiental de la reserva de la siguiente manera: zona de restauración con 561 hectáreas, zona de preservación con 82 hectáreas, zona de protección al paisaje con 138 hectáreas y zona de uso sostenible con 613 hectáreas.
“Recordemos que cerca de 1.400 hectáreas están localizadas entre Guaymaral y Suba y la zona garantiza la conectividad entre el río y los Cerros Orientales, un corredor de biodiversidad que permita la recarga de acuíferos superficiales y subterráneos, también proteger especies propias de esta zona, únicas en Colombia y en el mundo”, explicó el director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros.
Igualmente, se integra la reglamentación de usos nuevos para cada una de las mencionadas zonas, entre los cuales se destacan los asociados a seguridad ciudadana como construcción de equipamientos para guardabosques, Fuerza Pública, y organismos de socorro, el ecoturismo y la recreación activa como cable-vuelo (canoping), escalada en pared artificial, paintball en ambiente natural (coberturas vegetales), ciclorrutas y cabalgatas.
“Dentro de los usos, lo significativo es que queda claro que en estas más de 1.400 hectáreas está prohibida la construcción de vivienda nueva, queda prohibida la construcción de nuevas vías por esta zona, como los anteriores proyectos de la ALO o la Boyacá, que atravesaba esta zona y afectaba los humedales Guaymaral-Conejera; en aras de proteger estos ecosistemas se establece la restricción para vías. Sin embargo con el nuevo trazado de la ALO, previsto por el Distrito, no se vería afectada”, puntualizó Ballesteros.
El plan de manejo implica la proyección de inversiones por parte de la Autoridad Ambiental que incluye la compra de predios para la conservación y para completar el corredor ecológico que demanda recursos del orden de los 154.000 millones de pesos. La CAR, en la actualidad cuenta con 19.000 millones para iniciar esta fase.
“Tenemos en el Consejo de Estado una conciliación entre el Acueducto y la CAR por una sanción al Acueducto de 138.000 millones de pesos, nuestra idea es que esos recursos se destinen para comprar el 50 por ciento de los predios que son cerca de 1.400 hectáreas” indicó.
En total se requiere hacer inversiones cercanas a los 204.000 millones de pesos para poner en marcha el Plan de Manejo Ambiental y sus diferentes programas enmarcados en producción agropecuaria sostenible, saneamiento básico, adaptación al cambio climático y gestión del riesgo, educación ambiental, investigación y monitoreo, administración, comunicación y divulgación y uso público.
“Nuestro sueño es que podamos recuperar este corredor ambiental, que los bogotanos tengan un parque donde los ciudadanos puedan ir a conocer sobre los recursos naturales, con aulas ambientales vivas, un observatorio ambiental, que allí adelantemos procesos de investigación científica en flora y fauna con las universidades, que tengamos actividades como ecoturismo, senderos, que sea un Central Park, tres veces más grande, ese es el sueño para todos los capitalinos”, finalizó Ballesteros.