Tras el avance logrado en la cumbre del Mercosur, del que Bolivia será el próximo miembro, el presidente Evo Morales viajó este sábado a España, donde se reunió con el jefe del ejecutivo, Mariano Rajoy, e hizo balance de sus políticas ante la comunidad migrante boliviana.
"Hay cambios profundos en la economía boliviana", afirmó Morales haciendo balance de sus más de seis años de gobierno ante sus compatriotas reunidos en Madrid para el estreno de la película "Insurgentes" del cineasta boliviano Jorge Sanjinés.
Y puso como ejemplo las transacciones comerciales: "en 2005 el 90% eran en base a dólares y ahora el 75% son en nuestra moneda, los bolivianos", señaló.
Del mismo modo, la inversión pública pasó de 600 millones de dólares en 2005 a 6.000 millones este año, subrayó, atribuyendo éstos y otros avances económicos a la nacionalización de los hidrocarburos realizada tras su llegada al poder en 2006.
La economía centró también el encuentro que Morales había mantenido horas antes con Rajoy en el palacio de La Moncloa, sede de la presidencia del gobierno español, tras el cual ninguno de los dos mandatarios compareció ante la prensa.
La reunión tuvo lugar después de que el presidente boliviano anulase el 16 de noviembre un contacto bilateral previsto al margen de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz.
Entre los temas del encuentro, cuyo contenido no trascendió, debían figurar también la reivindicación boliviana de despenalizar la hoja de coca y su demanda histórica de obtener una salida al mar, litigio que le enfrenta a Chile desde 1879.
Morales promociona asimismo los actos del Año Internacional de la Quinua, cereal andino que la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconocerá en 2013 por su alto valor nutritivo en la lucha contra el hambre.
Pero, en un momento en que Latinoamérica disfruta de una prosperidad muy atractiva para una España castigada por la crisis, la principal noticia que traía era su avance en la adhesión al Mercosur, bloque dispuesto a acelerar la negociación de un tratado de libre comercio con la Unión Europea.
El presidente boliviano viajó a Madrid directamente desde Brasilia, donde la víspera su país había suscrito el protocolo de adhesión al Mercosur, paso previo a un ingreso pleno que requerirá la ratificación en los próximos años de sus Estados miembros: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
Bolivia aceleró así sorpresivamente su proceso de integración a un bloque creado en 1991 que tras la flamante entrada de Venezuela se convirtió en una potencia energética y agropecuaria con 3,3 billones de dólares de PIB --83% del total sudamericano-- y una población de más de 275 millones.
Toda una baza para avanzar hacia la nueva relación de igualdad con los países europeos que España prometió durante la cumbre de Cádiz.
"El sometimiento, el saqueo que pasen a la historia, ahora empezar de manera complementaria a trabajar de manera conjunta en bien de dos continentes, América y Europa", había pedido Morales.
Miembro de la etnia aymara, Morales, de 53 años, defiende desde su llegada al poder en 2006 las tradiciones y la lucha de los pueblos indígenas contra el sometimiento.
Así asistió en Madrid al estreno europeo de "Insurgentes", en la que Sanjinés narra la historia de lucha indígena, desde sus inicios en 1781 durante el cerco de La Paz.
Este fue el primer encuentro que mantuvo Morales durante su viaje con los bolivianos radicados en España. El domingo debía participar en Barcelona en un gran acto titulado "Comunicando el cambio sin fronteras", con la asistencia de migrantes bolivianos llegados de varios países europeos.
Durante este evento, Morales, cuya popularidad comienza a recuperarse después de haber sufrido una fuerte caída en los últimos años, rendirá cuentas de las políticas de su gobierno.
España es el segundo destino de la migración boliviana después de Argentina. Según datos del Banco Central de Bolivia, en el primer trimestre de este año el 45% de las remesas que recibió el país procedieron de España, frente a 21,9% de Estados Unidos, 13,9% de Argentina y 2,9% de Brasil.
AFP