La Argentina manifestó su "profundo malestar" con la Relatora para la independencia de magistrados y abogados, la brasilera Gabriela Knaul, en una intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, este miércoles en Ginebra.

"Es importante reiterar el profundo malestar que ha producido la Relatora por su clara parcialidad al emitir un texto con conclusiones sin esperar las respuestas que había solicitado a la Argentina", dijo del embajador de ese país en Ginebra, Alberto D'Aloto, refiriéndose a un comunicado de Knaul del pasado 29 de abril sobre la reforma judicial en Argentina.

"Al otorgar la posibilidad a los partidos políticos de proponer y organizar las elecciones de los consejeros, se pone en riesgo la independencia de los miembros del Consejo de la Magistratura, lo que compromete seriamente los principios de separación de poderes y de la independencia del Poder Judicial", indicaba el criticado comunicado.

"El uso y el período de vigencia de las medidas cautelares contra el Estado no pueden ser restringidos", limitaciones "contrarias" al Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la ONU, afirmó también la Relatora en aquel comunicado.

La Argentina sostuvo hoy que la Relatora le hizo un "llamamiento urgente", y que "a menos de una hora (...) se respondió que el mismo sería contestado a la brevedad posible", y que "la información solicitada fue enviada en menos de 48 horas", pero que la Relatora, "sin esperar la respuesta (...) emitió un comunicado (con) opiniones y conclusiones prejuzgando el fondo de la cuestión".

La Argentina denunció "la utilización abusiva del llamamiento urgente, un recurso que el Consejo de Derechos Humanos estableció para cuestiones de carácter excepcional en las que la vida o la integridad de las personas se encontrara en peligro inminente, aplicado a un caso de proyectos de ley de reforma de la Justicia".

La Argentina sostuvo que "contestó en detalle los puntos que erróneamente alegó la Relatora en su consulta y se puede apreciar las reales circunstancias que han motivado (los proyectos de ley) que fueron sometidos a los procesos constitucionales de tratamiento, sanción, promulgación y publicación que nuestra Carta Magna prevé para la creación de leyes".

Fuentes de la ONU agregan que Argentina inició un procedimiento contra Knaul ante el Comité de Coordinación de Mandatos, el órgano de los propios Relatores para resolver conflictos con los Estados, un tramite cuyo resultado no se ha producido, tras lo cual el gobierno argentino podría reclamar ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU hasta la destitución de la Relatora.

Knaul, que ayer y hoy presentó el informe anual de actividades de su Relatoría ante dicho Consejo y se sometió a un "diálogo interactivo" con los países, tiene la posibilidad mañana de replicar las alegaciones de la Argentina.

Estos Relatores son más de 40, no cobran sueldo (solo viáticos) y son elegidos por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, máxima autoridad en la institución, a la que representan de manera independiente a sus países de origen.

AFP.