La producción de café alcanzó en Cuba las 7.100 toneladas en la última cosecha, 24% más que la anterior y 10% sobre la meta prevista, pero sigue por debajo de las "potencialidades y necesidades del país" y del nivel de hace 50 años, informó l diario oficial Granma.
"Un resultado inspirador, aunque distante aún de las potencialidades y necesidades del país", dijo el diario, que indicó que la cosecha de 2010 fue de 6.443 toneladas.
Granma reconoció "aspectos positivos" en la cosecha 2011, como "su mejor organización, mayor eficiencia y el incremento cualitativo de la recolección y el despulpe, lo cual posibilitó que el 85% de todo el grano recogido fuera de primera o segunda calidad".
Sin embargo, el diario criticó las bajas metas propuestas por algunos productores, que las cumplen con facilidad, "reflejo de la poca seriedad en sus estimados de cosecha".
Granma dijo que la siembra se realizó con "éxito" en 2011, pues se plantaron 7.100 hectáreas, "cantidad que supera ampliamente a la lograda en los últimos años. En el presente año deben sembrarse 8.500 hectáreas".
Antiguo exportador de café que en 1961 cosechó 60.330 toneladas del grano, Cuba tuvo en 2009 la peor cosecha de su historia con 5.500 toneladas, y echó a andar en 2010 un modesto programa de recuperación del café que busca elevar a 22.000 toneladas la producción en 2015.
La baja producción local y los altos precios internacionales del producto que se importa, llevó a las autoridades en mayo de 2011 a regresar al "café mezclado" con guisantes (chícharos) para la venta subsidiada de café en la canasta básica.
Según datos oficiales, el país gastó en 2010 unos 190 millones de dólares en subsidiar el producto.
Cada cubano recibe mensualmente un paquete de 115 gramos de café mezclado por el que paga 20 centavos de dólar, cantidad insuficiente que debe completar comprando en el mercado negro a razón de un dólar el medio kilo o en las tiendas en divisas, entre 12 y 14 dólares el kilo. El salario medio en la isla es de unos 20 dólares mensuales.