En fallo de segunda instancia, la Procuraduría General confirmó la sanción de destitución e inhabilidad a nueve miembros del Ejército Nacional adscritos al Batallón de Infantería “Patriotas”, por torturar a 21 soldados regulares que se encontraban prestando el servicio militar obligatorio en el Centro de Instrucción y Entrenamiento de la Sexta Brigada, ubicado en Honda (Tolima).
Los hechos están relacionados con la denuncia que hizo en su momento la Revista Semana sobre la comisión de actos constitutivos de tortura a los que habían sido sometidos 21 soldados por parte de sus superiores, durante una práctica realizada el 25 de enero de 2006. En ese entonces, el procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, dispuso la creación de una Comisión Especial Disciplinaria para investigar los acontecimientos.
El Ministerio Público confirmó la sanción de destitución e inhabilidad por 20 años para los cabos José Rafael Tarazona Villamizar, Sergio Andrés Muriel Quiroga y Jairo Alonso Lora Fuentes, comandantes de los pelotones, por los daños causados a la integridad física de los soldados regulares, con la máxima inhabilidad establecida por la Ley Disciplinaria.
En el caso del subteniente Javier Arturo Pachón Reina; de los cabos Hugo Alberto Mestra Agudelo, Edwin Alberto Ávila Mesa, Jhon Lennyn Ramírez Cruz; y del soldado profesional Álvaro Yeisson Acosta Sánchez, la sanción de destitución e inhabilidad es de 10 años, decisión que tuvo en cuenta la carencia de antecedentes de los disciplinados, a excepción del cabo Juan Pablo Rodríguez Bermúdez, quien recibió destitución e inhabilidad por 15 años, ya que su participación en los hechos fue mayor.
Las pruebas demostraron que en el desarrollo de la práctica se debía superar la simulación de un retén y posterior secuestro por parte de un grupo guerrillero, a los soldados se les cubrió los ojos y se les amarró las manos en la espalda. Bajo está condición de indefensión fueron agredidos verbalmente e intimidados, golpeados con fuerza, les introdujeron en la boca arena con sal, orines u otros aditamentos, de forma reiterada, luego fueron quemados en varias partes de sus cuerpos, incluidos los rostros, con una vara de madera.
Además fueron sumergidos en charcos de barro con estiércol o en agua hasta provocarles síntomas de ahogamiento, seguidamente les pusieron hormigas en las orejas y les rozaron por el cuerpo una planta conocida como “pringamoza”, que produce escozor e irritación intensa. Dentro de la investigación se demostró que tres soldados totalmente indefensos, por estar vendados y amarrados, fueron objeto de actos sexuales abusivos, lo que también se constituye en tortura.