La Procuraduría General de la Nación destituyó e inhabilitó por 10 años a integrantes de la Policía Nacional por la retención y torturas infligidas a dos personas que se desempeñaban como auxiliares de la misma Policía.
Los afectados con la determinación disciplinaria son el teniente Julio Ricardo Cifuentes Lozano y los patrulleros Jhon Alexander Álvarez Bolaños, Javier Alberto Castro Hernández, William Murcia Bohórquez y Jean Paul Alarcón Calderón.
Los hechos sucedieron el 21 de agosto de 2006, al finalizar la mañana, cuando miembros de la SIJIN se llevaron a los dos auxiliares, los desnudaron, los mojaron con agua fría, los golpearon y les causaron asfixia hasta que fueron encontrados por un subteniente que puso en conocimiento los hechos ante sus superiores inmediatos.
Según se estableció, a los auxiliares se les atribuyó el hurto de enceres en el trasteo de la casa de un coronel el 19 de agosto de ese año en Chía (Cundinamarca) y, por este motivo, se buscó un lugar apartado de las instalaciones de la Policía Nacional para obtener la confesión.
En consecuencia, los dos auxiliares “fueron objeto de tortura por parte de agentes de la SIJIN que tenían a cargo la investigación por el hurto a los enseres del coronel, a pesar de las afirmaciones de la defensa de que no existía un nexo de causalidad, aspecto que está plenamente probado”.