Proceso de paz transita por su "recta final" | El Nuevo Siglo
Martes, 26 de Agosto de 2014

Hace dos años, tras gestiones secretas del presidente venezolano Hugo Chávez, el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Farc acordaron emprender negociaciones de paz, dando inicio a un proceso que ahora transita una "recta final" llena de obstáculos.

Delegados del gobierno y de las Farc firmaron en La Habana, el 26 de agosto de 2012, el "Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera", que estableció una agenda que han ido cumpliendo paso a paso.

"Nunca como antes Colombia había tenido un proceso de paz tan avanzado como éste", declaró a la AFP el analista Ariel Ávila, de la Fundación Paz y Reconciliación de Bogotá, quien afirmó que la mesa de diálogo de La Habana "tiene un ritmo que podría ser más rápido, pero es un ritmo bueno".

El proceso de paz, que sirvió de plataforma para la reelección del presidente colombiano Juan Manuel Santos (centro-derecha) en junio, ha avanzado a pesar de los malos pronósticos iniciales.

Se sobrepuso al espionaje a las comunicaciones de los negociadores por parte de oficiales de la inteligencia militar colombiana, así como al deceso de uno de sus impulsores, Hugo Chávez, quien perdió una larga batalla contra el cáncer el 5 de marzo de 2013.

Sin embargo, el proceso enfrenta todavía grandes retos debido a las visiones opuestas de las partes sobre la forma de sellar la paz y por los permanentes cuestionamientos de sectores ligados al influyente exmandatario derechista Álvaro Uribe (2002-2010).

"Infortunadamente hay enemigos del proceso que se prenden de cualquier argumento para tratar de envenenar el proceso" de paz, se lamentó Santos el lunes.

- "Esta recta va a ser grande" -

Desde que partieron las pláticas de paz el 19 de noviembre de 2012, sólo han estado interrumpidas un par de días en agosto de 2013, cuando las Farc se molestaron por un proyecto de Santos para un referendo de ratificación de un eventual acuerdo de paz.

Las partes han consensuado hasta ahora tres de los seis puntos de la agenda: reforma rural (mayo de 2013), participación política de la guerrilla (noviembre de 2013) y drogas ilícitas (mayo de 2014).

Sin embargo, ahora deben ponerse de acuerdo sobre los puntos más complejos: la reparación de las víctimas (tema que discuten ahora), el desarme de la guerrilla y el mecanismo de refrendación del acuerdo.

Los negociadores dieron la semana pasada pasos trascendentes con la formación de las comisiones de desarme -integrada por militares en servicio activo y guerrilleros-, y sobre la historia del conflicto armado de medio siglo.

Además, escucharon por primera vez el 16 de agosto los conmovedores testimonios de 12 víctimas del conflicto, que pidieron reconciliación pero con verdad.

"El proceso está en la recta final, pero esta recta va a ser bastante grande", dijo a la AFP Christian Voelkel, investigador del International Crisis Group en Bogotá.

"No va a ser corta (esta recta) porque vienen discusiones social y políticamente controversiales, como las responsabilidades históricas y las contribuciones de las partes a la reparación" de las víctimas, agregó.

- "Vienen retos muy grandes" -

Éste es el cuarto intento del gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, de poner fin a un conflicto que ha dejado 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados.

Nunca en procesos anteriores las partes habían avanzado tanto, pero nadie puede asegurar que los negociadores llegarán a la anhelada meta de la paz. De hecho, ellos mismos estipularon en su "Acuerdo general" del 26 de agosto de 2012 que "nada está acordado hasta que todo esté acordado".

"El gobierno y las FARC tienen una necesidad de acabar esto en 6 ó 7 meses (...). Más allá sería complejo", advirtió Ávila, quien teme que "sean unas conversaciones tan largas que el proceso se termine desgastando y que nadie crea en él".

"Lo que ahora viene son retos muy grandes (...). Además, para una terminación definitiva (del conflicto), es necesario vincular al ELN al proceso", destacó Voelkel.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra guerrilla izquierdista colombiana, y el gobierno anunciaron en junio su intención de iniciar negociaciones, pero todavía no lo hacen.