Una nueva ofensiva diplomática, especialmente para vender el proceso de paz, tendrá que emprender el Gobierno colombiano en Estados Unidos, obligado por el nuevo mapa político en ese país tras las elecciones legislativas con el ascenso de los republicanos, que ahora dominan y son la mayoría en el Congreso.
Así se desprende de un análisis que hicieron varios internacionalistas consultados por EL NUEVO SIGLO por los efectos que tendría en las relaciones de Estados Unidos con Colombia a raíz del fortalecimiento de la oposición encarnada en el Partido Republicano al gobierno del demócrata Barack Obama en aspectos puntuales como las negociaciones de paz que la administración Santos adelanta desde hace dos años con las Farc, el Tratado de Libre Comercio, la reforma migratoria, la cooperación de ese país en materia de seguridad con estrategias como el Plan Colombia.
Desde el inicio de las negociaciones de paz el presidente Obama ha manifestado su apoyo a esta iniciativa, e incluso el mes anterior ofreció ayuda para el posconflicto, según aseguró el presidente Santos tras atender una llamada telefónica que le hizo el Mandatario norteamericano.
En igual sentido ese apoyo se ha dado por los dos partidos mayoritarios en el Congreso, más por parte del Partido del Presidente; mientras que los republicanos (conservadores) se muestran más desconfiados de las intenciones de las Farc.
Tres escenarios
El internacionalista VicenteTorrijos dibujó los tres escenarios que con el predominio republicano considera se avecinan en las relaciones de los dos países. Primero, habrá mayor revisión y seguimiento de los temas de la agenda. “Cada uno de los temas de la agenda va a ser sometido al microscopio político”. De ahí se desprendería el segundo escenario, “que ese intento que hubo a mediados de año de someter al presidente Obama a un juicio político en el Congreso fuera a revivir, y si eso es así pues lógicamente la imputación va a ser una mezcla de una cantidad de elementos referidos a la seguridad nacional, incluso la cuestión sanitaria, con todo esto del tema del ébola. En ese paquete entraría todo lo de la negociación con las Farc y el apoyo de los Estados Unidos en esta materia se vería más restringido de lo que ha sido”.
En tercer lugar sería la relación comercial, en ese aspecto “los republicanos creo que lo tienen más claro que el propio Obama, creo que en esa materia no habría ninguna afectación”. Sin embargo consideró que esto no se puede desligar del pleito que tiene Colombia con Nicaragua por el fallo del Tribunal de La Haya, “debido a que hay empresas norteamericanas que tienen intereses en el área y han entrado en estrecha comunicación con el gobierno sandinista”.
Finalmente Torrijos dijo que la fase final del presidente Santos se podría complicar porque coincidiría con las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en dos años, y la gran posibilidad de la llegada de un mandatario republicano, justo cuando se negociarían los puntos más difíciles en La Habana.
Tarea diplomática
Germán Sahid, profesor de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, dijo que “el mayor desafío que enfrenta el presidente Santos es tener que volver a vender el producto del proceso de paz en el Legislativo estadounidense, puesto que al Presidente le resultó fácil venderlo en la medida que el Senado tenía mayoría demócrata y había un presidente, en este caso Obama, que tenía una legitimidad alta. Sin embargo hoy vemos que la historia es diferente”, con un presidente Obama débil en el plano internacional, “solo tiene liderazgo moral”.
Añadió que el “desafío para la diplomacia colombiana es convencer o tratar de convencer, y considero que va a ser muy difícil, a los republicanos que el proceso de paz tiene éxito.
Frente al TLC opinó que no sufrirá mayor afectación en la medida que ya fue aprobado y que “inclusive puede ayudarnos en la medida que los republicanos son mucho más laxos con las medidas laborales, de respeto a los derechos laborales, de respeto a los sindicalistas, que los demócratas”.
Mayores exigencias
Diego Cediel, profesor de ciencias políticas y analista internacional de la Universidad de La Sabana, dijo que “como en Estados Unidos todos los grandes asuntos de la política exterior pasan por un cedazo de la legitimidad y de la aprobación propia del Senado y de la Cámara, van a revisarse algunos aspectos, pero no se van a revisar los grandes temas”.
En ese sentido dijo que es probable que haya mayores criterios de exigencia a propósito del tratamiento penal que van a recibir los desmovilizados de las Farc, especialmente los cabecillas “si va a haber impunidad, si va a haber algún manto de duda a propósito de la reparación de las víctimas”.
En lo que tiene que ver con el TLC dijo que “es posible que se repotencien los mecanismos de integración económica, de cooperación legal en materia de propiedad intelectual, de revisión de los estándares y medidas fitosanitarias”.
Todos esos criterios que vienen obstaculizando un poco el intercambio comercial, creo que se van a revisar y es probable que los republicanos puedan tener allí una voz de autoridad en esos temas